“Si hacemos un gol lo voy a gritar, cómo no lo voy a gritar. Hoy, soy el hincha más acérrimo de Talleres” fue la definición de Jorge Ghiso unos días después de asumir y previendo que después de Defensa y Justicia, se venía el clásico con Instituto en Alta Córdoba. Justo en un Monumental que lo tuvo como protagonista en dos etapas distintas y en donde le fue muy bien. Basta con recordar que en la primera llegó a la final con Unión y en la última, realizó una gran campaña salvándolo del descenso y quedando muy cerca de la clasificación a una promoción.

El 5 de mayo de 2009, Instituto y Talleres jugaron por última vez un partido oficial en terreno albirrojo. Ghiso dirigía a la Gloria que se impuso 1-0 con gol de Alejandro Faurlin, confirmando la paternidad que tuvo en esa temporada ya que en la Boutique triunfó 2-0 (noviembre de 2008), también con “Vitrola” sentado en el banco de suplentes.

El sábado a las 17, Instituto y Talleres pondrán en juego un clásico de altas necesidades para ambos. La “T” es el más urgido por el flaco promedio de descenso pero la Gloria no puede ni resbalar en este maratónico “sprint” final.

“Me encontré con dos hinchas de Instituto, uno me deseó suerte y el otro que me vaya al descenso” destacó el entrenador, poniendo de manifiesto la reacción del hincha glorioso por su llegada a barrio Jardín.

Hace diez años que un técnico de Talleres no debuta ganando como local (Ghiso es el 21°), el último: Reinaldi en 2004 vs. Nueva Chicago. Twitter de @mauricoccolo