El sueño. El arquero Franco Nieto, el volante Julián Navalón y el delantero Victorio Ramis irán a la pretemporada con la primera. Pibes de la cantera, tres historias de lucha e ilusión.

Al escucharlos hablar. Al verlos caminar, bromeando. Al percibir esa energía... uno, demasiado lejos de esas sensaciones, lo único que puede sentir es un poco de envidia. Porque a los tres se les ve el brillo en los ojos de la vida por delante.

Las pupilas saltan de una punta a la otra y ordenan a los labios la sonrisa. La de pibes de 18, 19, 20 años. Es que están ahí, emocionados, sin haber abierto aún la caja de sus sueños. Espían por la cerradura y se ven corriendo en San Jorge. Nada más. Es lo único que ahora piensan. Porque ese anhelo tan cercano los convertirá en “más hombres”.

Julián Navalón (enganche, 18 años), Victorio Ramis (delantero, 19) y Franco Nieto (arquero, 20) están ya con la cabeza en la pretemporada de la primera de Talleres. En este caso es Julián el que lleva la delantera porque ya vivió la experiencia a mitad de año. Los otros dos, debut absoluto.

“El club decidió antes de que se designe el nuevo cuerpo técnico que los tres chicos estarían en la pretemporada. Porque ya los compenetramos con esa experiencia, más allá de si quedan o si siguen en la cuarta especial de AFA”, confirma el gerente deportivo Maximiliano Salas.

Los tres chicos no paran de tirar se chistes, de mirarse y reirse; de ser tan cómplices como lo son en la cancha. Y llegan a Día a Día, para la “nota debut” o más bien para contar sus cortas experiencias. Eso sí, algo ya han logrado: superar el embudo del fútbol. Ese que va achicando las posibilidades hasta decantar las chances por goteo. Y los tres lo saben muy bien.

“Nosotros tenemos que juntar lo mejor que podamos en esta pretemporada. Después seguir pensando en que hay mucho por crecer. Sea donde sea. Si el técnico nos necesita estar listos y si no seguir en la cuarta. Hay que tener esa mentalidad”, dice Julián Navalón. Un pibe que llegó a la T a los ocho años de edad. Su padre está a cargo de la Filial Norte y junto con su hermano Nahuel se sumaron desde hace mucho a las inferiores.

Crecieron en la T. Se criaron a la luz y las sombras de un club que todo lo ha vivido.

Los pibes son pibes de barrio. “Yo vivo cerca de Villa Esquiú, por allá al fondo”, cuenta Victorio Ramis. El delantero de la T que ante las escasas posibilidades que tenía, apareció en un clásico contra Belgrano. “Me pusieron en los últimos tres minutos. Empatábamos. Y anoté el gol del triunfo, no me lo olvido más”, tira el Negro Victorio. Un flaco desgarbado que mira en su espejo a delanteros picantes con hambre de gol: “Me gusta mucho el juego del Pepe Sand y por supuesto, Martín Palermo es un referente”.

La pelota cruza la línea de fondo. Y hay saque de arco. Entonces el que acomoda la redonda es Franco Nieto. Un flaco alto, medio gringo, de risa también fácil. “Hace ocho años que estoy en el club y me vine a probar por mi cuenta, estaba en el Pío X y a los 12 años llegué a Talleres. Siempre de arquero. Jugaba en una cancha que tiene mi tío y me gustaba volar, tirarme. Jugué un torneo en Salsipuedes y ganamos. Y ese año anduve bien y vi un aviso en el diario, que había una prueba. Me presenté y quedé. Para colmo mi familia es toda hincha de Talleres”, dice el 1 de la T.

Franco juega con una galleta y sorprende: “Aunque soy arquero son muy fanático de Riquelme”.

Es la hora de la merienda y Julián mastica con el típico “crunch” y dice lo mismo, que no hay jugador como Román. Victorio se sirve una gaseosa. Los chicos están ahí, cuentan, preguntan, vuelven a hablar. Se paran ante el fotógrafo y la juegan de poses, de caras, hasta que Julián pide que se grabe de nuevo el videito en el que acaba de hablar. “Pará, me trabé todo, vamos de nuevo”, dice el 10 albiazul.

Algo cierto resaltan los tres: “Somos muy hinchas de Talleres”. No tienen pruritos en decirlo. Y se animan a contar sus historias como hinchas. Victorio recibe la pelota: “Nunca me olvido que el último partido de local antes del descenso al Argentino A estuvimos de alcanzapelotas. Nunca nos olvidamos de aquel dolor”.

Mientras, Franco refuerza la idea. “No me importó nada que no juguemos en las inferiores de AFA, lo único que me calentó es que Talleres descendiera. Qué bronca que me agarré, cómo sufrimos. Y Julián va un poco más allá. “Uno ahí se da cuenta lo que es ser jugador de un club y de querer a esta camiseta. Nunca me olvido como lloraba Buffa (Julio Buffarini), los chicos del club estaban muertos, no tanto como los otros”, cierra Navalón.

Julián es el más atorrante, Victorio el más tímido y Franco un poco más serio. Pero cuando el Negro tira que tiene una hermana de 23, Julián y Franco le disparan con gestos y con algunos suspiros.

Los pibes tienen algo muy en común, casi a la par. Son todos de familias muy luchadoras, de abajo, nada les ha llegado de arriba. Y están ahora ante la decisión personal de dar un paso hacia adelante, de dar el golpe que sólo depende de ellos. En definitiva de construir un nuevo camino. Dan el primer paso. Los chicos quieren, quieren llegar, ser ellos, crecer y seguro ganar.

5 pibes
Además de Navalón, Ramis y Nieto, el Melli Fabio Álvarez y Cristian Pavón irán a la pretemporada con la 1ª.

Maximiliano Salas
“El club decidió antes de que se designe el nuevo DT que los tres chicos irían a la pretemporada. Para que hagan esa experiencia”.

Franco Nieto, arquero, 20 años
Llegó a Talleres a los 12 años. Siempre como arquero. Y durante ocho años se formó en la institución. Tiene muy buenas referencias internas y mucho para dar. Tiene buen achique y buena salida. Se fija en Casillas, Saja y Monetti, sus referencias.

“Hace ocho años que estoy en el club. Jugaba en una cancha que tiene mi tío y me gustaba volar, tirarme. Siempre de arquero”.

Julio Novalón, enganche, 18 años
Llegó a la T hace ya 10 años. Jugó en varios puestos. Arquero siendo muy chico y en distintos lugares del mediocampo y hasta ensayó algo atrás. Pero su lugar en la cancha hoy siente que es la de volante creativo, enganche. Riquelme es su norte y Agustín Díaz más cercano.

“Tenemos que juntar lo mejor que podamos en esta pretemporada. Después seguir pensando en que hay mucho por crecer”.

Victorio Ramis, delantero, 19 años
Está en el club desde los 9 años y quedó de una prueba de jugadores. Comenzó jugando de volante por derecha, después de delantero por afuera, hasta que comenzó a hacerlo como centrodelantero, lugar en el que se consolidó. Sand o Palermo son sus referencias.

“No me olvido que el último de local antes del descenso al Argentino A estuvimos de alcanzapelotas. Mucho dolor”.

El Yagui quiere partidos y refuerzos


En Talleres ya se dio el primer gran paso. Después de la confirmación del entrenador Rubén Forestello se entró en la etapa más intensa del tema refuerzos. En ese menester está el gerente Maximiliano Salas y el DT está en permanente diálogo con el dirigente albiazul. Mientras, también quiere que le programen partidos amistosos durante y después de la pretemporada que se iniciará el 6 de enero en San Jorge.

En cuanto a los refuerzos no se han producido avances notables. Está complicada la posibilidad de Ezequiel Videla aunque es algo que no está caído, está difícil, se está dialogando para poder conseguir el fichaje del ex volante de Instituto. En cuanto a los otros nombres que suenan en el Matador, es casi imposible la llegada de Jorge Luna.

Mientras, que lo de Nelson Benítez está prácticamente “diluido” ya que el ex lateral de la T se iría a Uruguay.

Ya se activaron los planes alternativos en la T, aunque no se cumpliría el objetivo que había de poder cerrar con algunos antes del lunes. Uno que aparece es el nombre de Roberto Brum, jugador de Patronato.