El DT dirigirá el domingo ante Boca Unidos. Y será un día clave para su continuidad.

El mediodía pasó con la imagen de Arnaldo Sialle saludando a lo lejos, cruzando una puerta, subiéndose a su camioneta junto al profe Adrián Navarro y yéndose a almorzar. Había pasado una de las mañanas más críticas de su historia con Talleres en esta B Nacional. Cacho sabe aún que transita el momento más incómodo como entrenador. Porque la goleada sufrida en el Kempes antenoche, por 4-1, ante Brown de Adrogué puso en jaque la conducción del equipo en su tercera caída en fila.

Mucho se había especulado en pocas horas. Su continuidad en Talleres volvió a ser el tema de conversación de los hinchas, de los dirigentes y de la misma entraña del club. Sialle puso en tono de duda su permanencia en la T. ¿Son de esos resultados saca técnicos los que les tocó sufrir? Y, parece que hubiera sido así. La desazón había ganado en los semblantes. “Todo normal, un poco tenso, caras de pocos amigos, pero arrancó normal el día”, comentaron en la Boutique de barrio Jardín. Eran las primeras horas en la práctica, este miércoles. En un rapto aún de búsqueda de mesura, Sialle eligió separar las aguas. El 11 inicial que jugó antenoche trabajó en la cancha con él y el profe Adrián Navarro. Además, algún que otro jugador como el suspendido Gonzalo Klusener. El resto, el grueso del plantel, con los suplentes se fueron al predio con los ayudantes de campo Víctor Heredia y Héctor Chazarreta.

Una charla normal. Mientras, en la cancha, Sialle mantuvo un diálogo sostenido con el gerente deportivo Maximiliano Salas. El propio Maxi comentó al pasar que Sialle tiene muy en claro qué es Talleres, cómo es este momento y qué hay que pensar de cara al próximo partido. Es decir, nadie puso plazos a su continuidad y el propio Cacho tampoco se lo impuso. Pero es elocuente que el domingo será un día bisagra. Igual hay fe, entusiasmo para bancar la parada. “Está bien, él tiene ganas de dirigir, de quedarse y de dar pelea siempre. También tiene en claro que no quiere perjudicar a la institución”, comentó alguien muy cercano a la intimidad del cuerpo técnico. Traducción: Sialle dirigirá el domingo y de acuerdo al resultado y al “color” del mismo se verá cómo sigue (o no) en la T.

“Disculpame, quiero hablar bien con los muchachos. No hemos hablado, yo estoy bien, indudablemente que dolió cómo se perdió, pero quiero hablar con ellos”, contó Sialle a Día a Día, de manera escueta y respetuosa vía telefónica. Con tranquilidad y entendiendo la necesidad informativa a Cacho se le sintió un mejor tono de voz con el que, cerca del mediodía del miércoles, se había expresado. No tenía ganas de hablar mucho, entendible. Pero luego confirmó que espera a este jueves, sentarse en el vestuario con el plantel, intercambiar ideas, opiniones y, seguramente, “barajar otra vez”. Y, además, Cacho también tomará decisiones. Piensa si mete cambios, un volantazo en el equipo o sólo retoca algo del 11 que perdió el martes por la noche. Pero, sin dudas, a la luz de lo que pase el domingo en Corrientes, se sabrá qué pasará con Sialle en Talleres. Por ahora, a Cacho le queda un paso más por transitar.

Este jueves, el día de la "charla"

El miércoles, el entrenador dialogó de manera escueta con el equipo, pero no con el plantel. Hoy será un día intenso en barrio Jardín. El técnico tiene pensado charlar con todos, hablar de la autocrítica después de la dura caída ante Brown de Adrogué. El técnico mantuvo, además de una charla larga con Maximiliano Salas, algunas conversaciones con algunos de los referentes del equipo. Cacho, en tren de dar vuelta la página, igual hablará con los jugadores.

Ayer trabajaron en dos grupos grandes, los 11 que arrancaron en la cancha y el resto en el predio. Los jugadores hicieron ejercicios de recreación, regenerativos y físicos. Fue una mañana en la que hubo muy pocos gestos sonrientes. Uno a uno, los futbolistas fueron dejando barrio Jardín hablando por lo bajo y hablando de algunos análisis de lo que dejó la noche anterior. Poco había para hablar. Se fueron esperando que hoy sea un día de diálogo, pensando en ver cómo revierten la actual situación.

Por lo pronto se vislumbran nuevos cambios en el 11 inicial. Renzo Vera, listo para regresar a la formación, será uno de los que ocupen un lugar en el fondo (Trulls afuera) y asoman otros cambios en el mediocampo, uno de los sectores que más preocupación le dejaron al entrenador.