La "T" arrancó ganando pero Daniel Montenegro, con dos tantos, lo dio vuelta. Al final, Sánchez Sotelo puso el 2-2.

Talleres empató 2-2 con Independiente de Avellaneda en el Mario Kempes por la 10ª fecha de la B Nacional.

Elvio Fredrich puso en ventaja al local a los 4 minutos del primer tiempo, Daniel Montenegro empató a los 44 y dio vuelta el tanteador a los 4 del segundo período, pero, a los 31, Juan Sánchez Sotelo restableció la paridad.

Con este resultado, Omar De Felippe se mantiene invicto como entrenador de Independiente, y tanto el conjunto de Avellaneda como Talleres suman 14 puntos, ubicándose a nueve del líder de la categoría, Banfield.

El arranque fue muy difícil para el visitante, porque, antes de que pudiera afirmarse sobre el campo de juego, Talleres se puso en ventaja.

A los 4 minutos, Fredrich ejecutó un tiro libre en forma de centro y, aunque nadie llegó a cabecear, la pelota se metió junto al palo más lejano, ante el estupor del arquero Diego Rodríguez.

Acto seguido, Talleres pasó a jugar de contraataque y el trámite se hizo cuesta arriba para los dirigidos por De Felippe, que estaban sumamente nerviosos e imprecisos.

El anfitrión estuvo a punto de ampliar la diferencia a los 30 minutos, cuando Sánchez Sotelo desbordó por izquierda y habilitó a Gonzalo Klusener, quien remató sin obstáculos, de cara al gol, mas terminó errándole al arco.

Independiente, sobrellevó, en definitiva, el pasaje más adverso y, a falta de fútbol, salió a flote con un osado remate de media distancia de Montenegro que se convirtió en el 1-1.

El local sintió el golpe anímico y, cuatro minutos después de la reanudación, Independiente dio vuelta el tanteador al aprovechar un tiro de esquina.

El envío dio con el capitán de los Rojos en el corazón del área, donde reapareció para impactar el esférico de aire y meterlo bajo el travesaño.

Pese a esto, Talleres no se dio por vencido, insistió, y a los 30 minutos alcanzó el premio del empate.

En una escena que se originó en un saque lateral en posición de ataque, hubo una serie de errores defensivos y como derivación una situación de peligro, en la que Agustín Díaz asistió a Sánchez Sotelo y el delantero definió de manera sutil ante la salida del arquero para realizar el 2-2.

En definitiva, la victoria coqueteó con los dos bandos, pero no fue para ninguno.