Claves. “Ojalá sirva para una racha”, destacó Sánchez Sotelo. “Lo merecíamos”, dijo Santillo.

Aplausos en las dos áreas. Para Juan Sánchez Sotelo, quien volvió al equipo y al gol, al definir bárbaro con un derechazo al ángulo para redimirse de lo mal que lo había hecho en la anterior acción ante Rigamonti; y porque jugó e hizo jugar, como en la habilitación a Agustín Díaz, que casi termina en el segundo gol. Y aplausos también en la otra área para Pablo Santillo, el arquero que ya tiene al público de su lado, porque otra vez lució seguro y en sus guantes apoyó Talleres una victoria vital.

“Fue un triunfo con mucho huevo. No habíamos podido ganar en el torneo y la estábamos pasando mal. Ojalá arranquemos una buena racha, nos estábamos rompiendo el alma y no se nos estaba dando”, aseguró Sánchez Sotelo, a quien lo acompañó una aclamación cuando se fue reemplazado.

“Esperábamos esta victoria, la necesitábamos como grupo. Fuimos más que ellos, se nos hizo difícil cuando a los 30 minutos nos quedamos con dos menos, ahí estuvo complicado pero el equipo respondió”, destacó Santillo, ovacionado al momento del ocupar el arco de la Willington, en cada intervención y al dejar el terreno.

“Me pone contento mi gol, más que nada porque sirvió para ganar. Demostramos lo unido que está el grupo y lo que podemos dar. Tiene que ser el comienzo para algo positivo”, añadió el ex delantero de Olimpo, quien dejó el vestuario raudamente después del reencuentro con el gol, tras aquel doblete en el amistoso con San Lorenzo.

En tanto, Santillo, nuevo dueño del arco albiazul desde la lesión de Diego Aguiar, y quien se sostuvo en el puesto pese a las dos últimas derrotas, resaltó: “Sentimos el apoyo de la gente, como también se sentía el murmullo cuando las cosas no salían. En lo personal me voy conforme, la más difícil fue la que le tapé abajo a Aróstegui en el segundo tiempo. Lo dedico a mi esposa y Tatiana, mi hijita de tres años, porque me bancan en todo”.

Pelado firme. Renzo Vera fue otros de los reconocidos por la gente y señaló: “Pusimos más de lo que jugamos, los partidos de la B son así y las gente nos apoyó”.

Mazzola: “Fuimos superiores siempre”


Caliente. Polémico e irónico. Así se fue Carlos Mazzola, el técnico de Sportivo Belgrano del estadio Kempes. La derrota era cosa juzgada y el entrenador de la Verde no ocultó su fastidio. “Me voy con mucha bronca porque teníamos que haber ganado nosotros. Fuimos muy superiores y porque nosotros jugamos al fútbol”, tiró el entrenador.

Un poco más frío en el análisis, Mazzola hizo una autocrítica sobre la actuación de sus dirigidos. “Llegamos muchas más veces al arco, nos equivocamos en las dos área en momentos justos por eso no nos llevamos el triunfo que era merecidos para nosotros”.

La falta de agresividad a la hora de buscar el partido fue un punto que se le criticó a Sportivo. “Faltó el gol. Es verdad que los últimos 10 minutos no lo supimos resolver, pero hasta esa situación fuimos superiores en todas las líneas, jugamos mejor que el rival y tendríamos que haber ganado. Es el camino a seguir”, cerró.

Mundo Albiazul


Nievas, complicado. Talleres terminó con varias bajas. La más preocupante es la de Jesús Nievas, quien sufrió una luxación en el hombro u debió dejar el campo. Entre hoy y mañana evaluarán si es necesario operarlo. Por su parte, Rodrigo Cháves salió por precaución, por una contractura en la zona del desgarro; y José Shaffer presenta un golpe en el peroné. Hoy le harán estudios para determinar si hay una lesión osea. Juan Pablo Avendaño padece un micro desgarro y no es seguro su retorno.

A Jujuy. El plantel albiazul regresará mañana a las prácticas, por la mañana, y el miércoles a la noche viajará en ómnibus rumbo a Jujuy, para visitar a Gimnasia por la séptima fecha, el viernes a las 21.30.

Jueves y lunes. Después del choque con los jujeños, Talleres será local el jueves 19 ante San Martín de San Juan, por la octava fecha del torneo. Y el lunes 23 irá a Caballito para enfrentar a Ferro.

Con Velasco. En Sportivo, varios ex Talleres. Aplausos para Maxi Velasco, autor del gol del ascenso y en menor medida para Matías Quiroga. Todos los silbidos para César Rigamonti, surgido en Belgrano.