Segundo empate. La “T” consiguió un punto sobre el final en un partido que le demostró la dureza de esta categoría. Douglas estuvo a un ratito de llevarse todo.

El empate que arañó anoche Talleres en el Kempes no es más que otra muestra elocuente de lo difícil que le será transitar por la Primera B Nacional. Ya había padecido a un duro Sarmiento de Junín, que al igual que Douglas Haig se fue de Córdoba con un punto. El equipo de “Mostaza” Merlo les demostró a los albiazules que en este torneo el oficio pesa. Con apenas un puñado de jugadas de riesgo, los de Pergamino golpearon en el momento justo y después se replegaron. Con una fórmula sencilla, estuvieron a minutos de quedarse con una gran victoria.

A Talleres no le alcanzó sólo con buenas intenciones. Ni siquiera con Carabajal, que regresó tras una sanción por indisciplina, y fue un soplo de aire fresco para el equipo de “Cacho” Sialle. Los albiazules fueron insistentes, pero carecieron de ideas para vulnerar un planteo inteligente y práctico. Le faltó profundidad y claridad: fue más horizontal que vertical y, de esa forma, le facilitó la tarea a su rival.

Astilla del mismo palo. A los 21 minutos del primer tiempo, la “T” padeció a Héctor Cuevas, uno que conoce de sobra esta divisional. El ex- Belgrano, que fue hostigado por los hinchas albiazules durante casi todo el partido, remató un contragolpe letal con un soberbio derechazo a media altura. “Si hago un gol, lo grito”, había avisado. Y el “9” cumplió.

Más allá de esa acción, los de Pergamino se abocaron a una casi exclusiva tarea defensiva. Con dos líneas bien definidas, interpusieron dos murallas de ocho jugadores para proteger el arco de Álvarez.

Talleres no podía vulnerar ese obstáculo ni con la creatividad de Agustín Díaz ni la habilidad de Barrionuevo. Se repitió en centros y remates desde larga distancia que no lograron inquietar al rival. Fue hasta que, a los 37 minutos de la segundo mitad, Barrionuevo desbordó por el sector derecho y envió un centro preciso para el cabezazo de Klusener. El delantero ratificó que es un goleador de todas las categorías.

“Ellos llegaron y nos hicieron el gol, nada más”, analizó Agustín Díaz tras el partido. “Fuimos para adelante todo el partido. Hay que tratar de convertir, porque nos hacen un gol y se nos complica”, señaló Barrionuevo. En una mirada de cierto optimismo, Esteban Burgos, que anoche debutó como titular, valoró el invicto de dos partidos. “Hay que tratar de no perder”, dijo el lateral.

Talleres tuvo su segundo examen en la Primera B Nacional y lo aprobó a medias. Descubrió que en esta categoría los rivales no regalan nada. Para la “T” se hizo evidente: el camino será duro y no estará desprovisto de obstáculos.

Fuera de juego


Agradecido. Gabriel Carabajal les agradeció al cuerpo técnico y a sus compañeros la forma en que lo trataron al reintegrarse luego de su sanción. “Eso me dio mucha confianza y pude aportar lo que puedo para que empatemos el partido”, dijo emocionado “Gaby”.

Caliente. El goleador Gonzalo Klusener se fue del Kempes muy enojado por su expulsión. “Son cosas que pasan, ya está”, dijo Sialle.

Público. Alrededor de 18 mil personas se dieron cita al Mario Kempes, una cifra que se corresponde con la cantidad de socios por temporada que oficialmente informó el Fondo de Inversión (18.500). Teniendo en cuenta el frío de la noche y que sólo podían entrar socios, la concurrencia fue bastante buena.

Tregua. La barra La Fiel ingresó a la cabecera Daniel Willington a los 30 minutos del primer tiempo, sin cartel o trapo alusivo al enfrentamiento que sostiene con el titular de la Agencia Córdoba Deportes, Emeterio Farías.

Apoyo. El plantel ingresó al estadio con un cartel en apoyo al capitán Juan Pablo Avendaño, quien durante la semana sufrió el fallecimiento de su hermano.

Vera, con Unión. Talleres visitará a Unión el sábado, a las 14 (TV). Será evaluado Renzo Vera, que se recupera de un esguince de tobillo. Después recibirá a Brown de Adrogué el lunes 26 a las 18 y por TV.