La barra de Talleres (C) disertó ¡en el Congreso! con su fórmula contra la violencia. Después, hablaron con Olé de cómo ganaron la tribuna, sus negocios y la política.

El cuadro de San Martín preside la sala. A la izquierda, la bandera argentina flamea. Detrás, en pantalla gigante, el afiche de la convocatoria: “Por un fútbol para el verdadero hincha”. Y debajo, sentados, quienes parece tienen la fórmula para hacer realidad el eslogan: la barra brava de Talleres de Córdoba. No estamos en el Chateau ni en La Boutique. El escenario es el Congreso Nacional. Hasta allí llegaron Carlos Pacheco y Darío Cáceres, los jefes de La Fiel, y Andrés Torres, el vocero de la misma, invitados de honor a la jornada “Paremos la Pelota”. Y ante diputados y asesores, hicieron un elogio de “la barra buena”, como se define la Fundación La Fiel, la ONG que recibió una plaqueta el mes pasado en la legislatura cordobesa por su aporte a “la fiesta del ascenso”.

Durante la exposición, el que habló fue Torres. Y dijo: “Trabajamos para cambiar la situación actual. La violencia creció por la droga, la delincuencia, pero en Talleres ya no se roba ni se patotea. Fuimos parte del problema pero queremos aportar para terminar con esto. Por eso ponemos la cara. Sabemos que algunos que nunca pisan la cancha nos dicen delincuentes, pero la gente sabe que la protegemos, que sólo queremos fiesta y por eso se sienten representados con La Fiel”.

La sala estalló en aplausos. Después fue el turno de Olé , que habló con Carlos Pacheco. Que no es un personaje cualquiera: tiene antecedentes por violencia y fue deportado del Mundial de Sudáfrica, cuando era parte de Hinchadas Unidas Argentinas.

-Con tus antecedentes, ¿cómo podemos confiar en que vas por la paz? -Yo estuve preso, cierto, me vas a ver peleando en los videos de la popular cuando echamos a la facción Las Violetas porque robaba y le hacía mal a Talleres. Pero una barra no cambia de mando por elecciones. Si fuera así, toda la gente hubiese votado por nosotros. Porque la cuidamos. Y a Sudáfrica le estoy haciendo juicio, no hice nada para que me deportaran. Ustedes tienen que confiar en nosotros, pacificamos la tribuna...

-Pero para cuidarnos está la Policía. Ustedes al parecer se proponen como un Estado paralelo.
-Mirá, para solucionar la tribuna, hay que venir de la tribuna. Es así y lo saben todos. En la cancha, somos el Estado dentro del Estado. ¿Está mal, está bien? No sé, pero es la realidad. La barra de Talleres son 1.000 hinchas, hay que tener espalda para controlar esa cantidad. Nosotros manejamos 14 barrios.

-Me imagino que con ese poder, los políticos...-Los políticos son unos hipócritas, hablan que los barras ésto o aquello, pero después nos llaman siempre. Pero nosotros no somos como las barras de Buenos Aires que están metidas con el gobierno de turno. Cuando fuimos a Sudáfrica, no podíamos creer la guita que manejaban las barras del Ascenso, y nos contaban de sus laburitos con los políticos. A la de Talleres, hasta que agarramos nosotros, la veías en todos los actos. Ahora no, te quieren llevar por el sandwich y la coca y para eso que laburen los punteros políticos. A nosotros nos interesa la cancha.

-Y los negocios alrededor de ella, ¿no? -Eso también es distinto. Nosotros sólo tenemos el estacionamiento, que se lo damos a 40 nuestros para que hagan una moneda, y organizamos los viajes, pero no para hacer plata, sino para darle seguridad a la gente. Contra Newell’s, por la Copa Argentina, sacamos ocho micros y ni un incidente. Y al club y al plantel no le pedimos nada, nunca. Vivo en la misma casa de siempre y tengo remises, ése es mi medio de vida. Si tuviera la mitad de lo que tienen los capos porteños, sería millonario.

-Cuando La Doce hizo su fundación, terminó en un desfalco de dos palos y varios muertos. Hinchadas Unidas Argentinas ya sabemos como finalizó. ¿Por qué con La Fiel sería distinto?
-El tiempo dirá. No puedo garantizar nada, pero existe una verdad: nosotros cambiamos para bien, desde que asumimos no hubo ni un incidente, y si antes éramos parte del problema, hoy somos la solución.