Los 97 años de “Paco” Cabasés. Se los festejaron en el estadio de la “T”, el que lleva el nombre del exdirectivo e intendente histórico.

“¿Quién es “Paco” Cabasés? Atendé. Si no fuera por este viejito... Mi viejo Atilio era el DT de Talleres y no me quería poner. Pero Cabasés hizo que yo debutara en el equipo. Y dio todo por el club”.

Faltaba un rato para el homenaje a Francisco Cabasés, intendente histórico del estadio albiazul, el que lleva su nombre, directivo de siempre, y ya andaba “el Daniel”. Sí, Willington. “El Loco”, como varios hombres Talleres (término acuñado por el relator Osvaldo Webhe, prologuista de su libro “Lo que yo viví en Talleres”) estaban esperando a “Paco”. “Ya quiero que venga ‘el viejo’. Lo vimos en las inferiores. En el mejor y en el peor momento. Las cosas que hizo. También puso plata, sudor, lágrimas y sangre”, agregó David Díaz ex futbolista, formado en Talleres. También había mujeres Talleres.

“Esperen que ya viene”, decía Maribel Oviedo. Ella y su familia se valieron del amor por Talleres para llevar adelante la lucha contra la fibrosis quística, aún después de la partida Marisol. Tan espontáneo como René “Colorado” Battán. Uno de esos hinchas de fierro, de los que van siempre, de los que pagan la entrada en todos lados y no esperan nada a cambio.

Y “Paco” llegó. Pasadas las 18, la puerta de la Boutique de barrio Jardín fue un mundo de gente. Lo saludaron Miguel “la Wanora” Romero, el ya mencionado Willington, más glorias como Victorio “Tito” Ocaño o Luis Adolfo Galván, que trabajan en el club.

“Siento una emoción enorme. Es un cumple muy feliz por el ascenso de Talleres. Pero siento el respeto de todo Córdoba. Fui al centenario de Belgrano, al Chateau cuando jugó con Vélez y me trataron bárbaro. Estuve cómodo en una de las tribunas. Fue todo bien”, dijo Cabasés, nacido en Chabás, Santa Fe.

Los integrantes del Fondo de Inversión Alberto Escalante (“Hay que aprender de este hombre que dio hasta lo que no tuvo por el club”, dijo), Ernesto Salum y Hugo Bertinetti le entregaron una plaqueta por sus 97 años, 78 de los cuales lo pasó en el club, y una camiseta firmada por todo el plantel.

Después de saludar al expresidente Víctor Szumik y al empresario Omar Verzellini (impulsó la idea de su libro), “Paco” expresó un deseo: “Si no se me cumple el deseo de que se haga el monumento al hincha acá en la cancha, me tomo un avión y me voy a pedírselo al Papa que es Francisco como yo. Igual quiero ir a conocerlo, más allá de eso”.