En los penales, el arquero atajó uno gracias al “papelito” del “Mono” Irusta. Luego, el capitán anotó el decisivo y la "T" sigue de fiesta.

Miraba al cielo a cada rato Diego Aguiar. Historia particular la del arquero de Talleres.

Javier Villarreal, el capitán de Talleres, terminaba de convertir el penal que le dio el pase a octavos por Copa Argentina y muchos abrazos iban para él por el 5-3 en penales ante Sportivo por el 1-1 en tiempo reglamentario.

Sin embargo, el arquero albiazul miró a Gustavo Irusta, entrenador de los “1” del club y dijo: “Le adiviné la intención a Juan Manuel Aróstegui. Pero el trabajo de inteligencia lo hizo Irusta. Me pasó un papelito como en la definición por penales de Alemania con Argentina. ‘El Mono’ me pasó un papelito y estaba todo, hasta la forma en la que patearían. Sólo nos faltaba saber el último, de Verino”.

Aguiar terminó de ganarse un lugar más grande en el corazón de los hinchas de Talleres. Fue el arquero del ascenso, el que fue clave en Copa Argentina en la eliminación de Belgrano (el día del Bottinazo) y anoche al gravitar en el pase a octavos ante Newell’s.

¿“El Mono” Irusta? Se ganó un lugar en el Mundo Talleres en la década del ’90, en Primera atajando penales (tres, el más recordado a Monserrat, en 1992, en un 0-0 con la “B”) y por el ascenso en 1994 (ante Instituto).

Integra el cuerpo técnico de Sialle desde que asumió en 2011 y está en la “T” desde hace varios años. Hasta Diego Pozzo se acordó cuando fue convocado al Mundial de Sudáfrica y le agradeció por su paso en Talleres.

Luego sonó el “que de la mano de Cacho Sialle, todos la vuelta vamos a dar”. La lucidez de Aguiar y la ejecución del capitán (con las misma calma de aquella definición por Libertadores con Boca ante River) le permitieron a Talleres prolongar su festejo por el ascenso y regalarse un partido ante Newell’s, uno de los animadores de la A.

Los jugadores saludaron, festejaron y se sacaron la foto con la gigantografía del cheque de 360 mil pesos.

Sportivo Belgrano se quedó mascullando la bronca de un partido especial, suerte de revancha de aquel del undecagonal, cuando los dirigidos por Sialle ganaron 2-1 de visitante (el Verde cedió su localía), gracias a un gol de Carabajal en el descuento del segundo tiempo por un penal que los jugadores de Sportivo aún protestan.

Ayer le quedó un sabor amargo porque al cierre González Tapia pegó un tiro en el travesaño.

Muy luchado. El partido no fue sencillo. Ese resquemor también quedó en las tribunas. “Equipo chico”, hostigaron los hinchas de Talleres que eran mayoría (18 mil) a los de Sportivo (dos mil).

“El ascenso no se paga” fue el hit que partió de la tribuna Artime. Es más, ese clima áspero pasó al campo de juego, que presentó un partido muy friccionado.

El juego estaba atractivo, pero luego el conformismo de ambos hizo que esperaran hasta los penales, salvo por aquella jugada del “11” de Sportivo.

En el primer tiempo, al minuto, Agustín Díaz aprovechó una buena contra para el 1-0. Fue su segundo gol en la temporada y ante el mismo rival. A los 41, Barrionuevo ensayó un centro para dejar sólo a Farías, quien igualó de cabeza.

Luego, Talleres ganó en la definición por penales y sigue de fiesta.

Ahora, Newell`s. Octavos de final. Talleres se medirá con Newell’s Old Boys de Rosario en la próxima fase de la Copa Argentina.

El estadio de Sarmiento de Chaco será el escenario de ese partido, que se jugará entre la segunda y tercera semana de junio próximo.