A la historia. “Maxi” hizo el gol de taco. Un movimiento tan simple que significó un título y el adiós al sufrimiento de cuatro años.

“Bottino me venía diciendo que iba a hacer el gol del ascenso. Él me lo decía cuando no jugaba y se lo comentaba a todos”.

Fue un pase a la red. De taco. Una resolución tan simple para tanto sufrir, penar y renegar. Paradójico pero real. Maximiliano Velasco impulsó la pelota a la red e inmortalizó ese momento. El de Talleres. El que valió un título, el que metió a todos sus compañeros en la historia. De la buena historia que el club necesitaba vivir.

De la que el propio “Maxi” fue protagonista. El día de las 60 mil personas en el Kempes. El quinto delantero que había llegado desde Newell’s, con poco para contar y mucho con soñar, tuvo su noche de gloria.

“Fue soñado. Desde que arrancamos esto hace un año. Con sacrificio y mucha voluntad se nos terminó dando”, dijo el villamariense, el día después del 1-0 consagratorio ante San Jorge. Velasco estaba en su departamento de Nueva Córdoba feliz y después de haberse comido las milanesas al horno de su mujer Leticia.

El gol, tres silenciosos
El arranque de Rodrigo Cháves y Gastón Bottino en el centro y la gambeta fueron el prólogo perfecto para el golazo de Velasco. Tres que llegaron en el más absoluto silencio. Velasco y Cháves recomendados por Gerardo “Tata” Martino de Newell’s; el riocuartense que llegaba como alternativa y con una historia del que volvía tras haber quedado libre en Talleres.

“Llegamos con Rodrigo. Habíamos venido a lucharla. Como se vio. Gracias a Dios se nos dio todo y con un gol de mi autoría”, contó “Chipi”.

–Cada gol tiene una historia. ¿Cuál es la del tuyo?
–Bottino me venía diciendo que iba a hacer el gol del ascenso. El me lo decía cuando no jugaba y se lo comentaba a todos. Yo lo tiraba, pero en broma. Lo valorable fue que me lo dijo en esos momentos duros. El destino o el fútbol hizo que el fuera protagonista de la jugada previa. Tiene esa gambeta hacia adelante que te pasa la pelota entre las piernas y después andá a agarrarlo. Es un jugadorazo. Apareció en los partidos importantes. También Cháves participó. Un grande, el petiso. A los dos nos costó. Yo había despedido el año 2012. Quería que se fuera urgente. Había tenido un accidente. Se me dio este año. Estoy contento. Esperando que todo siga así. A nosotros nos recomendó Gerardo Martino cuando fue Sialle a la práctica. A mí, me llevó una vez al banco contra Arsenal.

-¿Ya caiste?
–Miro todo y veo todo. Es como que no caigo. Estoy tranquilo. Algún día caeré. Debe ser lo más lindo en la vida. Un ascenso y de esta naturaleza no se consigue todos los días. Acá en Talleres viví todo bueno. Hice mi primer gol y logré el del ascenso. El de un campeonato.

Pasado en Newell’s
Velasco se formó en el baby fútbol de All Boys de Villa María, también jugó en Alem de esa ciudad, y que estuvo un año, el 2004, en las inferiores de Belgrano, de donde se fue porque no tenía lugar en la pensión celeste y por el cansancio que le daba viajar todos los días desde su lugar de origen a Córdoba.

“Vine a jugar a Belgrano. Estuve medio año, pero no tenía lugar en la pensión. Era cuando estaba debajo de la tribuna. Después fui a jugar a Sportivo Playosa. Mi viejo me avisó de una prueba en Newell’s. Enganché y pude debutar en Primera División”, recordó Velasco.

Su antecedente más valioso es haber sido goleador de la cuarta división de Newell’s (29 goles en 27 partidos) y haber jugado con varios de los futbolistas más jóvenes que hoy integran el plantel que dirige “el Tata” Martino.

Velasco, a quien sus compañeros apodan “el Chipi” (por su forma vehemente de jugar, parecida a la de Antonio Barijho, aunque él se dice admirador de Martín Palermo y su “oportunismo”), se fue ganando un lugar en el equipo. Hasta hacer dupla con Klusener en el undecagonal final.

“Acá soy ‘la Chancha’. Con el apoyo de mi familia. De mi señora, Leticia. ¿Si el 6 de mayo será el día del taco? Sí, que se yo. Tiré el taco y me salió. Solo en juegos de recreación lo había hecho. Muchos dicen que mi historia tiene algo de la de Roberto ‘Lute’ Oste. Porque no era titular y eso. Lo bueno es que el gol sirvió, también.

–Le sacaste el penal a Klusener ante Gimnasia y Tiro porque querías dedicárselo a tu mujer...
–Lo pediría de nuevo. Está de tres meses. Que venga con el pan bajo el brazo. Pero, más allá de eso, este Talleres tiene un grupo unido, que se bancó todo. Los que no jugaban, sobre todo Diego Chitzoff, fueron los que más apoyaron.

-¿Qué planes tenés?
–Mi pase pertenece a Newell’s. Yo quiero quedarme. Por el club, la ciudad, los compañeros. Por todo. Veremos qué se resuelve.