El ex Talleres disfruta de la convocatoria de Sabella. Recordó cuando fue a una pretemporada de la “T” como ayudante de utilería y cuando hacía malabarismos en la calle.

“No doy más, papá”. Era julio de 2009 y Julio Buffarini ya había sufrido demasiado en Talleres. La queja con su padre era la de varios años. Se había bancado el descenso al Argentino A, los hinchas lo castigaban porque corría y corría y porque sus centros no mejoraban. Encima ganaba poco. “Son 2.500 pesos y le damos una ayuda para el alquiler”, blanqueaba Hugo Castaneira, quien lo representaba en ese momento.

Ahí había quedado el sueldo, por el sistema del 20 por ciento y de las prórrogas, el que se había activado porque no había renovado contrato.

Carlos Ahumada, gerenciador de Ateliers SA, había decidido que no siguiera. Se fue y volvió para jugar la primera temporada del Argentino A. En la práctica iba siempre acompañado por su padre, y luego volvía al departamento de calle Santiago del Estero. De vez en cuando ponía a Tinelli o veía “Casado con hijos”, con aquel entrañable personaje de Florencia Peña interpretando a “Moni” Argento, una señora con una prominente cabellera colorada.

“Me insultan, pero yo soy hincha de Talleres”, decía “Chacho”, por la administración de la paciencia del hincha, más tolerante con algunos foráneos.

De él se recuerdan dos anécdotas que lo pintan de cuerpo entero. “Chacho” vivía en la pensión del Cerro de las Rosas y uno de sus encargados vio entre los pibes que hacían malabarismos con unas pelotitas al propio jugador. “Era chiquito. Ganábamos unos pesos. Pero lo hicimos para reírnos”, recordó “Buffa”.

“Chacho” vivía en la pensión del Cerro de las Rosas y uno de sus encargados vio entre los pibes que hacían malabarismos con unas pelotitas al propio jugador. “Era chiquito. Ganábamos unos pesos. Pero lo hicimos para reírnos”, recordó “Buffa”.

–Hay una que estuvo mejor...
–Mi primera pretemporada en Talleres... Foglia, que era encargado de inferiores, le había hablado de mí al DT. Pero él no había querido llevarme. Le insistió hasta Granero y, al final, fui como ayudante de utilería. Con Humberto Román, que era el utilero, nos reíamos. Pero al final terminé jugando. Después pude debutar en Talleres...

–Y ese DT, que había dicho que eras “barullero”, después dijo que valías dos millones de dólares.
–En el diario, ja. Pero todo bien.

Quedó libre en 2010 con 77 partidos y un gol. Talleres y él fueron por caminos distintos. “Buffa”, de 24 años, se fue a Atlético Tucumán, luego a Ferro, sus centros mejoraron, formalizó su relación con Florencia. Mejoró su vida. Llegó San Lorenzo, Madelón, Caruso, el apodo de “Moni” Argento, y ese tipo al que veía en TV lo tenía en el vestuario. Su primer gol y la selección.

Increíble, para “Chacho” y para muchos, real para todos. “Lo disfruto al máximo. Ir a la selección es lo mejor que le puede pasar a un jugador. Pero estoy con los pies sobre la tierra”, dijo.

–¿Cómo fue el llamado?
–Era domingo. Estaba justo con mi familia. Era la hora del almuerzo y, la verdad, ni atendía el celular. Pero amigos, allegados y la prensa empezaron a decirme que había sido convocado. Que había salido la lista. Me llamaban de General Cabrera, mi pueblo. Fui a buscar el teléfono, atendí un llamado y era un dirigente de San Lorenzo que me avisó de la convocatoria. Mañana (por hoy) me tengo que presentar a las prácticas. Hasta vi un mensaje por twitter que puso Tinelli.

–¿Hablás con él?
–Hablo siempre. Tengo una muy buena relación. Después del partido con Colón fue al vestuario a felicitarme por el gol.

–Qué contraste para vos. Hace tres años llorabas el día del descenso con Talleres...
–Fue feo lo que pasó. Sufrí mucho, ahora disfruto. Siempre fui muy criticado en Córdoba. Hasta el día de hoy. Me da lástima, porque todos se fijaban en que tiraba mal los centros. Y no se veía que yo quería mejorar. Si me hubiera quedado ahí, seguiría tirando los centros detrás del arco. Quizá nunca nadie se hubiera fijado en mí. Hoy será noticia que voy a la selección. Pero pocos son los que saben lo que me costó. Hoy disfruto esto con la familia. Con los amigos de verdad. Con los que estuvieron en las malas, siempre. Esos que cuando yo no era nadie, estaban ahí. Esos que me bancaron y que me ayudaron con críticas constructivas.

"Volveré algún día". Buffarini tiene que cortar la llamada telefónica con Mundo D porque se asoma el llanto de Martina, la hija que tuvo con Florencia, su esposa. Ahí también ganó. “Disfruto con ellos. Mi familia es la que me inculca la humildad”, contó “Chacho”.

–¿De qué te acordás de aquellos momentos difíciles?
–Mi viejo Julio siempre me corrigió cosas. Mi mamá Alicia también me ayudó. También Piero Foglia, que desde chiquito me fue guiando. Me aconsejó. Es como un segundo padre para mí.

–Muchos hinchas de Talleres lamentan que te hayas ido del club, muchos quizá hayan sido de los que te insultaron...
–Es una lástima. Muchos me querían. Otros, no. Es una lástima. Me duele leer comentarios de hinchas que dicen que no tendría que estar en la selección. Soy de Córdoba y jugué para Talleres, en el peor momento.

–Quizá juegues ante Brasil, quizá charles con Messi...
–Es algo soñado. Pero no me olvido de los que me dieron la chance. Talleres fue para mí el que me puso en carrera. No me olvidaré nunca. Volveré algún día para mejorar lo que hice. En esto lo único que no hay que hacer es conformarse. Hice mi primer gol en Primera. Una de las cosas que mejoré, que me corrigieron. Me gusta aprender y escuchar.

Comienza a entrenar. Hoy, a las 16, comenzará el entrenamiento de la selección con jugadores locales que jugarán el 19 de este mes en Goiana (Brasil) y la revancha el 3 de octubre en Resistencia (Chaco). Los citados son Ustari, Barovero, Andrada, Peruzzi, Caire, Lisandro López, Sebastián Domínguez, Desábato, Vergini, Re, Clemente Rodríguez, Vangioni, Braña, Somoza, Ponzio, Sánchez Miño, “Maxi” Rodríguez, Buffarini, Centurión, Cristian Chávez, Viatri, Rogelio Funes Mori y Mugni.