Lo de Talleres ayer fue un flashback. Una sensación como la exitosa película “Volver al futuro” que interpretó Michael Fox. En un escenario hoy circunstancialmente en la B Nacional como el de Rosario Central, sede de duelos cruciales en el Mundial ’78 con la Selección argentina campeona, y también del último duelo ante Brasil por las Eliminatorias, en 2009. Y enfrente, nada menos que Colón de Santa Fe, protagonista en varias ocasiones en la máxima elite, caracterizado por su ejemplar administración y un estadio que es envidia de varios. El Albiazul se encontró ayer con la sensación de no ser. De no pertenecer por más que su historia así lo indica y lo exige. Dos categorías más abajo en la actualidad, paseó su sueño de alguna vez reencontrarse con los grandes de nuevo. Hoy parece un deseo lejano, con el equipo ubicado en la 10ª posición en el Argentino A.

La nostalgia le juega una mala pasada a los de barrio Jardín. La última vez que habían visitado el “Gigante de Arroyito” fue en el 2004, y se trajo tres puntos de oro, porque venció 2 a 0, con goles de Víctor Píriz Alves y un zapatazo al ángulo desde afuera del área del hoy gerente deportivo Maximiliano Salas. Cerca de 10 mil espectadores acompañaron esa noche al “Matador”. Y contra el “Sabalero”, el último antecedente era favorable, porque en el mismo 2004 lo goleó 4 a 0 en el ex Estadio Córdoba con dos de Píriz Alves y dos de Aldo Osorio. Como una burla del destino, ese año Talleres, que terminó tercero en el Clausura y en zona de Copas, de la mano del DT Juan José López, se fue al descenso al perder la Reválida con Argentinos Juniors, y de ahí comenzó a caer por un tobogán cuya pendiente está más pronunciada e inaccesible que nunca, con la quiebra incluida.

No fue un sueño. El anhelo es cada vez más grande. Talleres se codeó con los de Primera División por una tarde. Pero primero debe aceptar internamente, sus hinchas, dirigentes y jugadores, los síntomas de la enfermedad de pertenecer al Argentino A para después encontrar el remedio propicio en virtud de sanarse cuanto antes.