A decidir. José María Bianco probó ayer dos sistemas y movió las piezas, dispuesto a conseguir que su equipo tenga más fútbol frente a Sportivo Belgrano.

José María Bianco está decidido a observar y pensar mucho antes de definir el equipo que el domingo, a las 16, recibirá a Sportivo Belgrano de San Francisco en el Mario Alberto Kempes, por la tercera fecha del Argentino A.

El DT de Talleres, consciente de que su cuadro debe mejorar la imagen que mostró el pasado viernes en la caída antes San Martín 1 a 0, en Tucumán, condujo una práctica de fútbol, en el Chateau, en la que probó dos sistemas distintos, movió algunas piezas del tablero y tras la que no se lo vio satisfecho.

El resultado final (1-1) fue anecdótico, debido a que “el Chaucha” detuvo varias veces la práctica y dio indicaciones para que el equipo logre “un mayor flujo de fútbol”, tal como señaló tras el ensayo.

Con la intención de lograr más generación de juego en el medio campo y mayor asistencia a los delanteros, en el primer tiempo de los 60 minutos que duró el “picado”, Bianco probó un sistema 3-4-1-2 y la siguiente formación: Etulain; Romat, Precone y Ledesma; Carabajal, Gianunzio, Erroz y Cosaro; Díaz; Sáez y Riaño.

Además de modificar el 4-4-2 de su preferencia y apelar a una línea de tres en el fondo, el equipo presentó las inclusiones del juvenil Gabriel Carabajal y Guillermo Cosaro por las bandas del medio, la ratificación de Emiliano Gianunzio (recuperado de una molestia) en el doble “5” y la ubicación de Agustín Díaz como enganche.

Con esa disposición el equipo no mostró una mejoría en el juego ni el balón le llegó más limpio a los atacantes, aunque las incursiones de Cosaro por el carril izquierdo aportaron más sorpresa. Cuando el equipo no tenía la pelota, “el Guille” bajaba y se formaba una línea de cuatro atrás.

Tras los goles de Sebastián Sáez y de Lucas Farías, quien para los suplentes jugó como delantero, en el segundo tiempo Bianco hizo tres cambios: Federico Pomba por Luciano Precone, Ramiro Pereyra por Gianunzio y Román Strada por Riaño.

Con otro dibujo. Con esas movidas, decidió tocar el sistema a un 4-4-1-1 y elegir como intérpretes a Etulain; Romat, Pomba, Ledesma y Cosaro; Carabajal, Erroz, Díaz y Strada; Pereyra; Sáez.

Aunque sin llenar los ojos del entrenador, el equipo mostró más circulación de pelota y fluidez de juego en el medio, debido a la reaparición de una sociedad futbolística que Talleres extraña y que se formó en las inferiores del club: la del “Tin” Díaz y “Rama” Pereyra.

El volante de Carlos Paz tuvo en el santiagueño en quien descargar y entre ambos generaron un par de encuentros interesantes, de lo que Bianco tomó debida nota. “Uno está para ayudar al equipo en el puesto que el técnico crea conveniente. Yo no tengo problemas de jugar como volante izquierdo, doble ‘5’ o enganche. La verdad es que me siento bien por la confianza que me da Bianco y quiero retribuírsela en la cancha”, dijo Díaz al final de la práctica.

También fue importante lo del pibe Carabajal por la derecha, ya que aportó movilidad y llegada por afuera. “Soy enganche, pero si el técnico me pide jugar por la banda lo haré, para colaborar con el equipo”, dijo a su turno el juvenil nacido en Lozada, quien se levanta todos los días a las 6 y desde esa localidad viaja a Córdoba para participar de las prácticas.