Graieb no afloja. El gerente deportivo de la T, junto a Daniel Albornós estuvo viendo al Tallerito ayer ante Racing. “El lunes tendremos algo”, dijo.

Bien atentos. Así estuvieron Diego Graieb y la Chanchita Albornós en el Miguel Sancho mirando al Tallerito.El tipo llegó y se puso el overol imaginario. Porque Diego Graieb, la cabeza más visible del Comité Deportivo de Talleres, no paró de laburar desde que fue presentado. Ayer no fue la excepción porque estuvo en el estadio Miguel Sancho junto con Daniel Albornós mirando la primera local que perdió 3-1 contra Racing.

Graieb preguntaba y la Chanchita, que conoce a varios de los pibes, contestaba. Se lo veía bien metido.

“Vine a ver el funcionamiento que tiene la primera local para empezar a foguearme con visiones distintas. Más allá de que tengo informes de Chazarreta o de la misma Chancha, también quería interiorizarme cómo estaban los pibes”, fue lo primero que le dijo a Día a Día el ex delantero de la T.

Mientras charlaba con este medio, su celular no paró de sonar. Un poco en serio y un poco en broma, el mellizo dijo: “Son los técnicos que me llaman”.

Pero, hablando en serio, agregó: “Ayer (por el viernes) fue un día bravo. Tuvimos que tomar una decisión y a priori siempre está lo humano primero. Se tuvo que ir un entrenador y siempre duele dejar sin trabajo a alguien. Estamos para tomar decisiones, asesorar al fondo. No podemos pensar con el corazón sino que tenemos que evaluar fríamente las cosas”, se justificó Graieb sobre la decisión de decirle a Gustavo Coleoni que no será más el técnico de la T.

Pero el dolor de haber cesado al Sapito en sus funciones no le impidieron hablar sobre el futuro DT: “Mañana (por hoy) nos vamos a juntar y evaluaremos. A lo mejor el lunes tengamos algo. La idea es tener, en los próximos diez días, los mayores puestos posibles cubiertos. El entrenador, las altas y bajas, para empezar la pretemporada que es lo más urgente”.

–¿Cuál es el perfil del técnico?
–Puede ser que corra con esa ventaja. Para mí, tiene que ser un tipo de mucho carácter. En este tipo de torneos, se encuentran bajones más seguidos que en otros. El jugador pasa por muchas cosas que en otras categorías no se viven. Por eso hay que trabajar mucho en la psicología y por eso es fundamental tener un tipo de carácter, que trate de llegarle de la mejor manera al jugador.

Frank Kudelka en Unión o Marcelo Fuentes, en Patronato son modelos referenciales para los integrantes del Fondo. A Graieb tampoco le desagrada esa mixtura de personalidad y mirada hacia los juveniles.

Los pibes. A pesar de la derrota del Tallerito, para Graieb, hay futuro entre los juveniles. “Me gustaron el pibe Zenón (Emilio, hermano de Jeremías) y el 10 (Horacio Carabajal). Son jugadores interesantes que los vamos a seguir de cerca”.

¿Proyecto? La palabra proyecto emparentada con la experiencia en Lanús es el norte que guía a Graieb y compañía. Pero, en Talleres, que sabe que es difícil parecerse a lo que está haciendo el Granate por la urgencia de ascenso.

Y sobre ese tema, Graieb se animó a soñar: “Es duro pero por algo hay que empezar. La idea es esa y, si paralelamente, podemos armar un buen equipo para la competencia y pelear el ascenso, mucho mejor”.

–Pero el Argentino A es un torneo muy difícil...
–Es difícil pero yo soy un tipo de ascenso. He vivido muchas cosas en los torneos de ascenso y sé que la gente quiere estar más arriba. Para eso trabajaremos...

Un cuarteto que podría achicarse. Se sabe que se viene una el final de una sangría que tendrá más novedades a partir de mañana. En Talleres se esperan rescisiones de jugadores que ya cumplieron un ciclo en el club. De las prioridades que asomaron en el cierre del torneo los nombres de Federico Crivelli, Gabriel Ruiz, Emiliano Gianunzio y Claudio Riaño son los que resaltan en una lista muy corta.

En el caso del arquero no están muy claras las cosas dado que tendría buenas ofertas de clubes de la B Nacional. Eso echa por tierra la posibilidad de que siga en la T. Igual, la renovación de contratos en varios casos tiene una posibilidad de incremento y lo que hoy se busca es un claro achique de costos. Lo de Crivelli asoma difícil.

En el caso del defensor, el Chavo es un jugador querido y se tendría más un análisis meditado. “Es un jugador grande y tenemos que pensarlo muy bien”, dicen por barrio Jardín. Y al ser un puesto de tanto roce, el tema de las lesiones le jugarían en contra al Chavo.

Por el lado de Gianunzio, el Gringo es un jugador que tuvo más regularidad. Si afina los números hay chances de que siga en la T.

En el caso de Riaño, no convenció su último semestre y también se verá su situación. Pero se sabe que éste es un cuarteto que podría achicarse.