Quiere seguir. El DT no ve imposible la chance de llegar a la promo. Y dijo que se quiere quedar en la T.

Las montañas que escaló para llegar a este Talleres se mueven por su fe incuantificable. Caminó duro y largo pregonando como un profeta. Creyó que podría llegar con su palabra. Barrio Jardín fue “Sodoma y Gomorra” después de aquel golpe letal de Brown de Madryn. Mucho pasó y poco cambió después de que el fuego achicharrara todo ese reverdecer que traía consigo Gustavo Coleoni. Pero los ojos le brillan por su estado de ánimo natural. Y aún, en el peor de los infiernos, hoy extiende la mano para buscar la salida. El entrenador de Talleres, al que muchos ya tildan de que el saco le quedó grande, tiene en sus alforjas el oxígeno necesario para afrontar lo que viene.

¿De dónde saca tantas ganas, tantas fuerzas el Sapito? ¿Qué quiere vender a los demás? Sólo un cacho de esperanza. Y no es un nostálgico balbuceante contando lo que fue en el rincón de un bar oscuro y de mala muerte. No mete los dedos en el vaso de whisky para recordar sus penas. Sólo redobla la esperanza para pensar que aún es posible que Talleres cumpla el sueño propuesto antes de comenzar su kilómetro cero.

“Estamos convencidos de que el miércoles dios nos da la otra posibilidad y no la tenemos que dejar pasar. Tenemos que refundar la historia a partir del miércoles. Preservamos algunos jugadores. Tenemos una chance y hay compromiso y ganas en el vestuario. La gente nos apoyó y eso tiene un valor que se va a notar el miércoles”, comenzó diciendo el técnico después del casi intrascendente empate de la T con Sportivo Desamparados 1-1.

Lo mejor de la tarde lo dieron algunos de los chicos que jugaron. Metieron una brisa de aire caliente en el otoño casi invierno. Dieron muestras de carácter. De personalidad. Muchos de esos chicos que son futuro parecen de a poco convertirse en presente. Y el Sapito los utilizó para guardar a varios cuando arranque la instancia de play offs ante Libertad de Sunchales.

“Dios nos dio una chances más y el miércoles la tenemos. Por suerte tenemos jugadores para intentarlo. Ojalá ascendamos, pero Talleres sigue y tenemos que pensar en los Trulls, en los Francés, en los Álvarez”, recalcó el técnico que cacheteó las obviedades de algunas preguntas: “¿Motivar a los jugadores? ¿Hay algo más motivante que ponerse la camiseta de Talleres?”.

Un equipo más... La realidad mostró en carne viva que Talleres sí que es un equipo de tercera, que juega en el Argentino A, que su grandeza es la historia que construyó, pero que su realidad es apenas la de un fútbol de clase baja, donde la insatisfacción es la demanda más persistente. “Somos un equipo más muchachos. Está demostrado, porque cuando nos creemos cosas que no son nos pasan las frustraciones más grandes. Vamos a pelear cada partido como el último. Vamos a dejar todos los huevos en la cancha porque si nos creemos cosas nos pasa lo que nos pasó”.

–¿Lo que pasó les ayudó?
–Seguro. Uno tiene que usar el error como herramienta de aprendizaje. Y nos hemos golpeado con una realidad que yo la conocía. Si estamos en esta categoría, con Boca o River no vamos a perder. Vamos a perder con equipos de esta categoría porque somos de esta categoría. Y cuando lo entendamos vamos a tener menos complicaciones… La realidad nos pegó un cachetazo. Eso fue muy bueno para empezar a crecer de nuevo.

–¿Aquella áspera charla después de la goleada en Mer del Plata modificó la actitud de tus jugadores?
–Por lo menos el equipo tuvo actitud y nos falta un poquito de azar porque nos llegaron una vez y nos anotaron. No soy un imporivisado en esta categoría, llegué a cuatro finales. Estoy convencido que el jugador de Talleres se golpeó y se levantó y la gente nos dio una lección de que hay que seguir.

–¿Vas a arrancar con un esquema más jugado?
–Necesitamos ganar de local para ir a un lugar y que el rival tenga la presión. Lo único que nos viene bien es ganar el miércoles. Más allá de que el objetivo es ascender en el torneo…

–Decís “es”, no “era ascender”…
–¡Claro que sí! Todavía tenemos chances y se sabe que este Talleres tiene un montón de años. Esto no termina cuando termine el torneo y tenemos que ver qué tenemos en ese momento y pensar en los jugadores que tendremos más adelante, más allá de que siga yo o no. Creo que esto sirvió para que algunos pibes ganaran en confianza…

–¿Te ves aquí, más allá de junio?
–Sí, seguro. Estoy convencido de que sigo en Talleres pero porque nos va a ir bien.