Ribonetto admite que la historia de Talleres no pesa a la hora de jugar los partidos. “Todos los rivales nos cuestan el doble, nos juegan a muerte y eso se nota”, adujo el experimentado defensor.

Con 36 años y varias batallas en su lomo, el defensor Walter Ribonetto afronta una de las últimas cruzadas de su carrera, acompañando a Talleres en su objetivo de salir campeón y volver a la B Nacional. En el tramo crucial del torneo, tomó unos minutos con LA MAÑANA para hablar del nonagonal, del momento del elenco albiazul y de su presente: “Acá no tenemos descanso nunca. Cada partido es distinto. Ningún equipo es fácil. Ahora tenemos otra prueba de fuego, con la posibilidad de ganar de visitante y dar un paso importantísimo en pos de nuestra meta. No tenemos que desviarnos de ese objetivo”, resaltó el “Tino”.

-¿Qué es lo mejor que tiene Talleres para llegar al ascenso?
-Tenemos personalidad y aplomo, pero todavía falta mucho. A este torneo no lo ganás más con la camiseta. Todos los rivales nos cuestan el doble, nos juegan a muerte y eso se nota. Todos sueñan con vestir la camiseta de Talleres. La verdad indica que la historia no entra a la cancha, adentro somos 11 contra 11.

-¿En qué momento te encontrás, en lo personal?
-Me siento muy bien. Los campeonatos de ascenso son muy duros, y es propenso a altibajos deportivos, lesiones y otras cuestiones. Hoy me siento bien, seguro en la marca y confiado. A lo largo del torneo tuve varios compañeros de zaga como (Juan) Rezzónico, (Guillermo) Cosaro, (Juan) Aballay y (Francisco) Dutari, con todos nos amoldamos, pese a algunos desacoples. Llegamos bien para la definición.

-¿Cómo afronta el grupo lo que se viene?
-Con respeto a cada rival, sin menospreciar a nadie. El fútbol ha cambiado, se emparejó todo, antes ir a jugar con Boca o River y sacar un punto era un triunfo. Ahora los equipos chicos pueden vencerlos, y no es sorpresa. Con Talleres pasa igual en el Argentino A. Todavía no ganamos nada, no hay que subestimar a ningún equipo. La grandeza no entra a la cancha.

-¿Te vas a quedar en Talleres?
-Me queda un año más de contrato. Vine a quedar en la historia. Sería un sueño, un broche de oro para mi carrera lograr el ascenso. Ese es el objetivo y ya falta menos, no tenemos que desesperarnos y ser responsables.