Gustavo Coleoni contó las intenciones que llevará Talleres a Salta para vencer a Central Norte. “Vamos a ir al ataque, pero sin perder equilibrio ni orden”, agregó el DT. Además, cree que no será insultado por los hinchas de su ex equipo.

Salta es el próximo destino en el itinerario de Talleres, camino al ansiado ascenso a la B Nacional. Es una final, de acuerdo a los dogmas que pregona el DT Gustavo Coleoni. Y Central Norte llega con un condimento extra: allí dirigió el “Sapito” hasta que decidió cambiar de club y de provincia, siguiendo una corazonada y una oferta superior. Los ingredientes dan por sentado un duelo especial en el norte argentino. Especial para los hinchas del conjunto salteño y especial también para Coleoni, que enfrentará a quienes lo alentaban 45 días atrás. “Es obvio que este partido es especial para mí. Salta me dejó una muy linda experiencia. En Juventud Antoniana peleamos dos veces por el ascenso, y en Central Norte hicimos un buen trabajo. Ahora me debo a Talleres, mi apuesta es ascender y necesitamos un triunfo para mantener vivas las ilusiones”, dijo “Sapito” a LA MAÑANA.

-¿Pensás que la gente te va a insultar?
-No pienso en eso, me abstraigo de ese clima, tengo que pensar en Talleres. Si tienen memoria, no deberían criticarme. Llegué a Central Norte para salvarlo del descenso, y metimos un trabajo bárbaro, que ahora le permite a los hinchas soñar con ascender. Cuando fui, la realidad era otra. Y le gané dos clásicos a Juventud Antoniana después de 25 años. No es poco todo eso ¿no?

-El presidente del club, Juan López, dijo: “Está todo bien con Coleoni, pero si le metemos tres goles mejor. Ya estoy festejando”. ¿Qué opinás?
-(Risas) Es un personaje. Tiene perfil mediático. Me fui de buena manera, no dejé rencores ni nada. Le gustan las chicanas.

-¿Cuáles son las virtudes de Central Norte?
-El corazón, la garra y la preparación física. Buscan todas las pelotas. Hay muchos jugadores con pasado por Córdoba que se están jugando la vida, como Sergio Oga, Eric Chmil y Pablo Motta. Cuenta con dos laterales con mucha proyección como Nicolás Romat y Fabio Jiménez. Sería un pecado subestimarlos.

-Ganar fuera de casa es la deuda pendiente...
-Sin duda. Es la oportunidad. En este torneo, ningún equipo le lleva cuatro goles de diferencia al otro, somos todos parejos. La intención es quitarles la pelota, atacarlos y ponerlos incómodos.

-¿Habrá una táctica distinta a la empleada ante Sportivo Belgrano?
-Obvio, este torneo no te permite pasos en falsos. Hay que estar despierto. Gana el que esté más concentrado. Contra Sportivo el objetivo era presionarlos, controlar a su jugadores más peligrosos y presionarlos. Salió bien. Ahora tenemos otro desafío, y si queremos salir campeones, esta es la oportunidad para tomar impulso. Vamos a ir al ataque, pero sin perder equilibrio ni orden.

-¿Sirvieron los resultados del fin de semana?
-Creo que sí, encima de todo, ya cumplimos nuestra fecha libre y estamos arriba, en la pelea. Hay que sacar la mínima ventaja para ganar. Este torneo se define en los mínimos detalles. Estamos preparados para ello.

Talleres, Central Norte, Porto y Barcelona

Gustavo Coleoni miraba por TV el duelo entre Chelsea y Manchester United por la Liga de Campeones. “Partidazo tremendo, dejan la vida. Me divierte más que Barcelona. Con Messi todo es tan predecible, sabés van a ganar sí o sí”, destacó el DT de Talleres. Luego, contó una intimidad: observa a los equipos europeos con ojo clínico. Se suscribe a portales de Internet para recibir tácticas y ejercicios que practican los clubes de Europa. “Es importante para uno estar siempre en formación. Aprendo algo todos los días. No digo que mi equipos van a jugar como Barcelona y Chelsea mañana mismo, aunque siempre es bueno sacar conceptos y detalles de los equipos de primer nivel”, resaltó.

-¿Puede aplicarse el estilo de juego europeo en Talleres?
-No, ahora sería imposible, porque se necesita tiempo, procesos de trabajos y mucha continuidad. Son otros tiempos, hay una urgencia prioritaria que es ascender. En Central Norte hice algo: me fijaba mucho en Porto de Portugal y Barcelona, lo que me permitió armar un 4-3-3. Los tres puntas eran Diego Magno, Juan Perrilli y Germán Weiner. No digo que Magno y Weiner eran como Pedro y Messi, pero por momentos al equipo le dio réditos esa apuesta (risas). Le hicimos cuatro a Crucero y tres a Unión apenas debutamos”.