El bajón de la T. La derrota con el Verde caló hondo en el ánimo de la gente que insultó a varios jugadores y se fue caliente. Broncón.

Los ojos se enrojecen al ritmo con que lo hacen las gargantas. Los gritos se hacen sentir. Son realmente atronadores. Pero el insulto y la queja le ganan la pulseada por afano al apoyo y a la paciencia. Las brazos se mueven como saques laterales en los que falta la pelota. Son órdenes y reproches más que agradecimientos. Y, de a poco, las manos se van tomando una cabeza que hierve, con dedos que palpan como esos pelos se electrifican. Si hasta los que tienen los cabellos contados quieren arrancárcelos de cuajo.

Ése es el lenguaje corporal que pinta de cuerpo entero el malestar del hincha de Talleres. El del broncón que pasó ayer en la Boutique. Y también el de varios protagonistas albiazules dentro y fuera de la cancha. Con botines y cortos algunos; con saco y corbata otros, pero todos igual de desencajados.

Es que, pese a las bajas (Ribonetto, Rezzónico, Pieters, Gianunzio, Zárate, Sacripanti, Solferino y Monay) nadie imaginaba un traspié con Sportivo Belgrano en casa. Ni el más pesimista seguidor esperaba que el Verde pueda arrebatarle la punta en las narices.

Porque al principio el cemento se movía. ¿O acaso alguien pensaba en las dos derrotas al hilo? ¿O en la partida de Héctor Azzubialde? ¿O en que jugaba éste porque faltaba aquél? Nada que ver. Eso no importaba. Jugaba la T. Había que defender la punta. Eso bastaba.

Y, realmente, la banda del Matador le puso un color bárbaro a la previa. Con una gran convocatoria, con el no me importa lo que digan los demás y los papelitos típicos de una salida emotiva. Con ovaciones para Crivelli. Con banca para el DT bombero Chazarreta. A pleno.

Pero cuando la bocha y los minutos comenzaron a correr, la historia dio un giro de 360 grados. Y esos 800 hinchas del Verde que llegaron en trafics, autos y 4x4 (no viajan en colectivos) empezaron a hacerse sentir en la adversidad.

Iban 14 minutos del primer tiempo cuando un gol en contra de Aballay silenció al Paco Cabacés. Y aquella calma inicial, mutó rápidamente a la histeria. A la efervescencia. Porque la gente de la T miraba incrédula como Sportivo presionaba arriba y tomaba el control del juego. Como Anívole batallaba solito con media defensa rival. Y como el fondo conformado por Ruiz, Aballay y González Barón hacía agua constantemente.

“Una foto de Lussenhoff marca mejor que los tres del fondo”, se quejaba un pelilargo en la platea. “Avisale a Riaño que si hace un gol vale, che”, añadía otro hincha caliente con el goleador, que estrellaba solito un cabezazo en el travesaño. “¡¡¡Movete Díaz, no te escondas!!!”; “¿Quién es el 6 (González Barón)? ¡¡¡Por Dios sacalo Chazarreta!!!”. La catarata de reproches era incesante. Y hasta la barra brava comenzó a jugar su partido. “Que se vayan todos, que no quede, ni uno solo”, bajó desde la popu. “Jugadores, la c... de su madre, a ver si ponen huevos, que no juegan con nadie”, fue otro de los hits.

Ni hablar del ST. Con un Talleres casi no pateó al arco. Con un Aranda que protestaba. Con un Navarro que se salvaba del aplazo sólo por raspar. Y con tribunas donde ya había resignación. Donde el silencio y un malestar interno que se exteriorizaría al final con una silbatina general fueron los síntomas. Sí. La gente se fue con los pelos de punta de barrio Jardín. Y Sportivo con la punta bajo el brazo.

En la Boutique, uno y uno. El de ayer fue el segundo partido que Talleres jugó en barrio Jardín. En el primero, superó 2-0 a Dep. Maipú.

Extraña el Chateau: 27 puntos. La campaña de la T en el Kempes fue de ocho triunfos, tres empates y una sola derrota (contra Racing en la 15ª fecha). En dos de esos partidos fue “visitante”.

El 1x1 de Talleres.

»CRIVELLI (5). Nada que hacer en los goles. Casi que no participó del juego. No tuvo tapadas importantes.
»RUIZ (4). Empezó muy flojo. Impreciso. Después levantó un poquito.
»ABALLAY (4). Metió el gol en contra por perder la posición con Aróstegui. Mejoró en el complemento.
»GONZÁLEZ BARÓN (3). El más flojito. No fue salida, perdió en el mano a mano y se fue insultado.
»SERI (5). Corrió mucho, pero casi nunca llegó. Igual la pidió siempre.
»NAVARRO (6). Uno de los más parejos. Se salvó del aplazo, más por la entrega que por el fútbol.
»LEYES (5). Metió mucho en la primera parte, pero se fue extenuado. Regular.
»ANÍVOLE (6). Fue el mejor en ofensiva. El único que obligó siempre, aunque a veces se excedió con la individual.
»DÍAZ (4). No fue el conductor que el equipo necesitaba. Muy intermitente.
»ARANDA (4). Discutió y peleó mucho, pero gravitó poco. No le quedó una.
»RIAÑO (5). Con el empeño no le alcanzó. Erró un gol increíble en el PT.
»HONG (4). Muy poquito lo del pibe que ingresó por Díaz en el entretiempo.
»COSARO (5). Se paró de volante central e intentó jugar por abajo. No pudo.
»AZCURRA (-). Jugó apenas 5 minutos.