A las 21, en el Mario Kempes. El Matador defiende la punta en el Grupo 2 del Argentino A y la Acadé necesita sumar y subir más.

Nuevamente, el rito de siempre. Eso que otorga este tipo de previas. Y, en este Torneo Argentino, la vida de los “clásicos” se va degradando por la costumbre de jugarlos. “Claro, tendremos más clásicos con Racing que con Belgrano si seguimos así”, vociferan los hinchas de la T que no ven la hora de sacarse este mochilón de jugar en la tercera categoría.

Y la organización de este torneo le ha otorgado eso de la “costumbre” a ambos. Pero igual, los dos piden “juego”, más allá del resultado. Los más extremistas creen que hay que ganarlos sin importar nada más. Es que este tipo de encuentros otorgan un matiz anímico en consecuencia que repercute en lo que viene. Bien lo sabe Marcelo Bonetto, el entrenador de Racing que ha venido torciendo su rumbo por momentos, en pos de la regularidad. Y el técnico tendrá que meter un par de cambios obligados por suspensiones más un movimiento táctico que realizará con la oportunidad para Federico Funes que ingresará por José Méndez. Se sabe que ante las ausencias de Damián Fernández y de Rodrigo López, el técnico colocará a Hernán Fernández y a Javier Liendo, respectivamente.

En la vereda de enfrente, Héctor Arzubialde no tocará nada y le dará el espaldarazo lógico a los mismos 11 que aplastaron el domingo pasado a Estudiantes de Río Cuarto. El técnico sabe que sólo la ha conseguido una inobjetable regularidad desde los resultados, pero con su estilo e identidad futbolística siente que debe encontrar el punto de equilibrio.

Desde las 21, Talleres será local de Racing en el estadio mundialista Mario Alberto Kempes, el último que se disputará en el “antiguo” escenario antes de la gigantesca remodelación que recibirá.

La llegada a este encuentro los tiene a los dos con la misma ambición de trepar y trepar en el Grupo 2 del campeonato. Y los hinchas saben qué son estas urgencias en tiempos de vacas flacas, donde la condena parece durar mucho más de lo deseado.

“Dame juego, dame, dame juego...”. Ya los hinchas lo piden y se espera que esta noche, en gran masa, se den cita a otra noche inolvidable. Claro, pensando que a la hora del cierre del torneo sea “olvidable”.