El Matador volvió a demostrar una eficacia notable en ofensiva para comerse al equipo de Primo. No tuvo una actuación brillante, pero terminó ganando con justicia ante un rival que manejó la pelota pero que no supo aprovecharlo.

El aroma se fue esparciendo por el hogar como todos los domingos. Y fue despertando el apetito de esos comensales hambrientos que esperaban con la servilleta en el cuello, mientras se les hacía agua la boca. Es que, cuando juega en Córdoba, Talleres es muy parecido a esas mamás que aman la cocina. Que preparan platos abundantes los fines de semana para que sus hijos se hagan una verdadera panzada. Y, pese a que la hermosa y calurosa tarde estaba ideal para tirar unas carnes a la parrilla, el Albiazul decidió que el plato principal de ayer sea pasta: unos ravioles de tricota para que coman incluso en San Francisco.

Sí, como sucedió ante Racing, la T volvió a meter tres pepas. Esta vez para comerse a un rival complicado como Sportivo Belgrano. El resultado final fue 3-1 sobre el Verde con goles de Riaño, Cosaro e Anívole y le sirve para mantenerse como puntero cómodo en la Zona 2 del Argentino A. Para la visita descontó Zampedri, a un minuto del final.

¿Cuál fue el ingrediente decisivo de la receta albiazul? Meterle mucha pimienta a su ofensiva y es eso lo que justamente lo diferencia: Talleres no perdona una, en un torneo donde muchos perdonan varias.

No hubo baile, pero sí salsa. El primer tiempo arrojó una panorama sorpresivo. Sportivo fue el que tomó la iniciativa, con un alto porcentaje de poseción de pelota y con un Lucas Farías que era como una piedra en el zapato para la defensa albiazul. Sin embargo, el Verde se quedaba en amagues y, a los 7 minutos, el que avisó fue Talleres con un tiro libre de Martinelli que se fue por arriba del travesaño.

Igual, los de San Francisco tendrían una chance inmejorable a los 14. Luego de varios rebotes en el área de Crivelli, Gorosito metió un cabezazo que alcanzó a picar antes de pegar en el palo. Sustazo.

El dominio del elenco de Primo se fue diluyendo y Talleres comenzó despestarse. La figura de Pieters se fue agigantando y la luz de alarma se encendió en el fondo de Sportivo. Pero, a los 33 minutos, una corrida del ex Los Andes sería devastadora. Pieters picó, metió un centro-pase gol para Riaño, y el 9 la empujó para el 1-0. Antes del final del PT pudo empatarlo Francia con una picadita que dio en el travesaño, pero nada más. La T se iba en ventaja.

En el ST, el Verde siguió mostrándose irresoluto con la bocha y el Matador lo demolió con dos pelotas paradas: la primera llegó a los 16 minutos, con un centro de Anívole que cabeceó a la red Cosaro. La segunda a los 28, con un tiro libre que el Pocho clavó al primer palo, ante el error del 1 Buracco.

Sobre el final llegó el 1-3, con un remate mordido de Zampedri que sólo servirá para la estadística.

Hubo ravioles de tricota en el Mario Alberto Kempes y ya no cabe duda: la T tiene pasta de candidato.