Quedan 13 demandas sin sentencia entre los que conforman el pasivo laboral de Talleres, por tres millones de pesos. El fideicomiso, que ya canceló cinco juicios, tiene un plan para cubrirlos.

La quiebra de Talleres goza de una estabilidad poco habitual en los sinuosos pasos que transitó en casi seis años de proceso. Con apenas cuatro millones de pesos abonados a los acreedores, se estima que restan de abonar 26.000.000 de pesos para levantar el pasivo y devolverlo a su vida institucional societaria.

El fideicomiso está abocado al pasivo laboral, con deudas generadas después de la quiebra. El club tuvo 18 juicios en contra (incluidos durante el gerenciamiento) y ya fueron cancelados cinco. Quedarían 13 demandas legales sin sentencia firme, aunque para afrontarlos, el órgano contralor tiene planificado un sistema previsional.

Juicios pagados. En cinco años, el fideicomiso afrontó cinco juicios: cuatro con deudas contraídas por el primer órgano fiduciario (Mario Sarrá, José Preve y Jorge Nasser) por los despidos, a inicios de 2005, de los futbolistas Carlos Bertola, Rodrigo Astudillo, Mauricio Hanuch y Darío Capogrosso, por casi 2.500.000 pesos; más el reciente caso del ex coordinador de inferiores Luis Oste, por 80 mil pesos. También hubo otra demanda que fue abonada por Ateliers, cuando el concesionario era Carlos Granero, por el despido del DT Emilio Nicolás Commisso (dirigió siete partidos en 2005), por 400 mil pesos. Además, se saldó una deuda con el extinto masajista Miguel Cañete.

Por pagar. Aún no tienen sentencia firme 13 juicios contra el fideicomiso y Ateliers, con Talleres como solidario responsable en caso de que la ex gerenciadora no se haga cargo. Estos son los casos del ex DT Rubén Darío Insúa; el ex coordinador Piero Foglia; los ex profesores de inferiores Mario Acuña y Luis Gauto; el futbolista Mauricio Mazzetti; los empleados Raúl López, Marcelo Pautasso, Marco Bartolomeo y Angel Núñez; Walter Sánchez (trabajó en la refacción de la Boutique); la firma de indumentaria Penalti (Ateliers resolvió cambiar de marca con Kappa) y el más reciente, el preparador físico Daniel Cámara, cesanteado a fines de 2009, quien reclama 100 mil pesos, pero está acordado de palabra en algo más de 40 mil pesos.

¿Cómo se pagan? Los juicios significan algo más de tres millones de pesos. Para hacerle frente, el fideicomiso tiene a mano algunos recursos: dispone del embargo que le trabaron al plazo fijo presentado por Ateliers, de 900 mil pesos.

Además, otro embargo pesa por los derechos económicos del delantero Luis Salmerón (el ex gerenciador Carlos Ahumada lo pagó en 800 mil dólares a Ferro), a préstamo en Independiente Rivadavia de Mendoza, con una opción de compra. Con esos recursos, sin contar la potencial venta de Salmerón, Talleres debería abonar 2.500.000 pesos (computando los 900 mil pesos embargados) siendo el principal obstáculo por superar. No obstante, no implicaría cierto riesgo, según argumentan fuentes de Tribunales, y hasta ahora, no sería necesario liquidar algún activo para hacerle frente al pasivo laboral, aunque el plazo de cancelación final de los 26 millones es 2014.