Los días nunca dejan de ser movidos en Talleres. Mucho más ahora que aún no se confirman las nuevas caras que necesita el plantel para la nueva temporada. Ayer hubo dos reuniones más. El empresario Ernesto Salum, junto a los integrantes del futuro Fondo Común de Inversión se reunieron con los asesores para finiquitar los detalles de cara a la eventual aprobación del juez Saúl Silvestre. El magistrado recibió el proyecto, pidió correcciones junto al Fideicomiso y le será nuevamente presentado para que, quizás el lunes, apruebe la conformación del grupo de auxilio económico para la institución.

Luego, por cerca de tres horas, el cónclave se trasladó al entrenador Andrés Rebottaro quien se siente tranquilo y conforme con las gestiones que se llevan a cabo. Del mismo encuentro participó el asesor deportivo Víctor Binello e integrantes de una subcomisión de fútbol que se improvisó para dar curso a las gestiones. "Si no llegan los refuerzos yo voy a renunciar", habría dicho el entrenador, pero ahí nomás le aseguraron que el martes o miércoles comenzarán a arribar. "Hay línea de cuatro", tiraron al pasar como dando a entender que si se asegura la creación del Fondo, automáticamente llegarán cuatro defensores a la T (Lucas Ramos y Facundo Oreja estarían asegurados; Páez estaría lejos por ahora). Además ya se habría arreglado con un volante central, un volante por derecha y un enganche.

Todos siguen. Mientras, el sábado se ratificarían a Matías Giordano y a Damián Solferino. Y mañana podría quedar sellada la continuidad de Monay y Anívole.

Hackearon a la fundación. Desde la Fundación Azul y Blanco hicieron saber que se "hackearon" mails y sitios webs en los que se publicaron denuncias y desacuerdos con Ernesto Salum. "Desmentimos absolutamente alguna diferencia o desencuentro que pudiera existir entre los miembros y negamos que Salum haya tomado decisiones personales sin consenso previo", señalaron oficialmente.