Talleres arrancará el próximo domingo frente a Racing, en un clásico que ahora se trasladó a la tercera división del fútbol argentino, su participación en el Clausura del Torneo Argentino A. Y lo hará con incertidumbre, acechado por la mochila con plomo que arrastra del campeonato anterior –no clasificóa la segunda fase– con un perfil futbolístico que convoca más dudas que certezas y con una carga adicional que puede condicionarlo desde el comienzo mismo del campeonato y que se relaciona con una obligación.

El nuevo DT albiazul, Andrés Rebottaro, bajó el mensaje claro: "Esto no es para c.... A mí me convocaron para ascender. No vine sólo para hacer una buena campaña", fueron las palabras del entrenador que ascendió a Argentino de Rosario y Aldosivi a la Primera B Nacional. Ergo, al que le tiemble la pera por afrontar este desafío, que se baje a tiempo. Esta premisa, lógica tratándose de un equipo con mucha "chapa" en la divisional, tiene un riesgo: adosarles a los jugadores una presión tremenda que en la cancha puede convertirse en errores, imprecisiones y ansiedad.

El Clausura que se iniciará el próximo domingo será aún más difícil que el campeonato anterior para la "T", porque los rivales se reforzaron bien, igualaron para arriba y se le sumó en su zona un equipo que hoy sí es candidato al ascenso, por la categoría de sus jugadores –casi todos experimentados en la B Nacional–, con un presupuesto de la B Nacional y que juega en una plaza desconocida para los cordobeses: Crucero del Nortede Posadas. A fin de mes, Talleres deberá enfrentarlo en Misiones, después de dos partidos "chivísimos", ante la Academia y Sportivo Belgrano.

Es decir que en apenas tres partidos, de no obtener resultados favorables, Talleres podría ver casi sentenciadas sus chances de ascenso, ya que en este campeonato, corto y durísimo, que sólo pondrá a dos equipos en las semifinales y que ascenderá a uno solo (el otro jugará la promoción), un partido perdido puede resultar condenatorio.

Talleres deberá transformar toda esta carga de contras en energía positiva y superadora para no sucumbir por adelantado en el intento. La bronca y la preocupación por los dos amistosos perdidos –frente a Instituto con una muy mala actuación– deben pasar rápidamente al olvido y no incidir en el ánimo de los futbolistas. En ese sentido, el rol que deberán desempeñar los jugadores más experimentados, como Lussenhoff, Giordano,Sacripanti, Basualdo y Blanco, por ejemplo, será determinante.

Quedan horas para el debut y la ilusión por un futuro mejor deberá construirse en la cancha. "Destruir se destruye en un minuto, construir lleva su tiempo", dijo Rebottaro después de la caída ante la Gloria. Que desde el domingo pueda comenzar a escribirse un capítulo constructivo ypositivo en Talleres dependerá de que se cambie el color de la tinta con la que se redactó hasta ahora.