Las amistosos perdidos, el reto de Rebottaro por la falta de actitud, la baja de Lussenhoff y el inconformismo del DT con los 10 del equipo. La T llega bajón al clásico con Racing. Ah... todavía no llegaron los transfers de los refuerzos.

Faltan apenas 72 horas. Exactamente tres días para rendir el primer examen serio. Para someterse a la prueba que realmente importa. Y, en los instantes previos a ese tan esperado debut oficial en el torneo Clausura del Argentino A, hay más dudas que certezas en Talleres. Hay un enorme signo de interrogación respecto a las respuestas que pueda brindar el equipo dentro de la cancha.

Es que, a pesar de todo lo positivo que venía siendo el trabajo de pretemporada (mucho más serio que el del último semestre), de la mano de un técnico recontralaburador como Andrés Rebottaro y sustentado en un regreso a las prácticas que lleva ya más de un mes, el Matador pasa por un presente flojito a la hora de los bifes, a la hora de jugar a la pelota.

Claro, la derrota ante Olimpia de Paraguay (1-2) y, especialmente, el traspié frente a Instituto (2-0) en el clásico amistoso por el triangular de verano, encendió la alarma roja en el cuerpo técnico impulsado por Tito y crispó el ánimo de un hincha albiazul que ya viene muy golpeado.

El propio DT reclamó furioso, puertas adentro del vestuario y en público también, la falta de actitud de sus dirigidos ante la Glo y elevó el compromiso de dar vuelta la tortilla este domingo, a las 17, nada menos que en otro clásico: ante Racing de Nueva Italia, en el Chateau (César Walker será el juez). De todos modos, tampoco será sencillo para Tito lograr aquí su cometido.

El primer obstáculo es la baja de Federico Lussenhoff, quien está suspendido con cinco amarillas, lo que llevaría al DT a parar una línea de tres ante la Academia.

La segunda piedra en el zapato es el déficit físico de jugadores clave como Miguel Monay y Damián Solferino (a quienes se les agrega Ignacio Anívole, que igualmente iría al banco de suplentes el domingo) que venían con lesiones y no tuvieron la misma exigencia del resto; más el inconformismo que le han generado las producciones de los enganches del plantel en la pretemporada. Ni Agustín Díaz, ni Pablo Rolón, ni Ramiro Pereyra han “llenado los ojos” del DT lo que motivó la búsqueda de un fefuerzo en ese puesto.

Y la tercera dificultad es que todavía no llegaron los transfers de los incorporados Maximiliano Blanco, Adrián Aranda y Lisandro Sacripanti, algo que confirmó ayer el fiduciario Gustavo Eluani. Las habilitaciones más complicadas serán las de Aranda (debe llegar desde Colombia) y Sacripanti (desde Eslovenia). ¿Qué 11 parará entonces Rebottaro? Hoy Tito ordenará la práctica de fútbol en barrio Jardín y allí develará las dudas.

El vaso medio lleno. Pese a todo, en la T no se pierde el optimismo. Rebottaro descuenta que los transfers de los refuerzos llegarán a tiempo y que Monay y Guillermo Cosaro, quien padecía una contractura en la pierna izquierda, estarán para ser titulares. Ayer la T entrenó en doble turno y el técnico ordenó ejercicios físicos y de definición para aceitar la parte ofensiva, donde se observaron deficiencias en los partidos amistosos.

Se sabe, los clásicos comienzan a ganarse en la semana y Talleres parece andar diezmado en estos días. Pero también es cierto que en el Mundo Albiazul todo puede suceder y que ganarle a Racing puede volver a inflarle el ánimo perdido.

Javi García, un 10 que ya es candidato. La ronda de negociaciones en la búsqueda del enganche no se detiene. Atrás quedaron nombres rutilantes para la categoría como el de Román Díaz, Claudio Sarría, Nicolás Croce, Javier Reartes y el recientemente descartado Cristian Zermattén, quien quería regresar a la T, pero no fue cedido por Ferro.

Entonces los cañones parecen apuntarle a un enlace con menos chapa, aunque no menos rendidor. Se trata de Javier García, volante de 29 años, ex Tiro Federal, Rosario Central y Chacarita y que viene de jugar en Central Córdoba de Rosario.

Al parecer, García sería ahora el plan A de la Fundación Azul y Blanco, el grupo de socios que colabora desde afuera con el Fideicomiso y que aportará el dinero para mantener (y traer) a las incorporaciones. En tanto, el plan B sería un futbolista de la B Nacional, cuyo nombre se mantuvo en reserva. ¿Otros posibles candidatos? Jorge Ribolzi y Paulo Rosales. Ribolzi jugó los últimos seis meses en Tristán Suárez, en la B Metropolitana, mientras que lo de Rosales es casi imposible ya que Unión ya rechazó ofertas de Quilmes y del Deportivo Táchira por él.