El Talleres "modelo Rebottaro" mostró destellos de lo que puede llegar a ser, pero todavía le falta. Cayó 2-1 con Olimpia.

En el primer tiempo pudieron comenzar a verse algunas pistas de lo que será el Talleres versión “Tito” Rebottaro.

Un equipo parado con un 3-4-1-2, con la clara intención de soltar los volantes-carrileros, con Agustín Díaz libre como enlace, y Adrián Aranda, uno de las caras nuevas, quien intercaló con Moreira Aldana como centrodelantero.

En ese lapso, Talleres tuvo la virtud de madrugar a su rival. A los 10 minutos, después de que Aranda le pegara "mordida" y se perdiera la oportunidad de abrir el marcador, Galíndez ganó por izquierda y metió un centro cruzado al área que Vergini, en su intento por despejar, convirtió en autogol.

Fue el mejor momento de la "T", en el que el juvenil Navarro se hizo patrón del medio, pero que se prolongó sólo unos 15 minutos más.

El escaso contacto de Agustín Díaz con el balón y la irrupción de viejos errores defensivos le permitieron a Olimpia adelantarse en el campo y complicar a la defensa local.

El extraño sistema de juego propuesto por Cardozo (3-3-1-3), por momentos con tres delanteros, hizo que Céliz y Cosaro comenzaran a sufrir por sus laterales. Talleres se fue al descanso ganando.

En el segundo tiempo, Rebottaro leyó bien el juego y reemplazó a Díaz por Rolón, y a Aranda por Sacripanti.

Pero la intención de conseguir más juego naufragó rápidamente y en las dos únicas jugadas que generó Olimpia, a los 22 y a los 37, por sendos errores defensivos del local, obtuvo el triunfo final, en buena medida por Gavilán, quien ingresó para ser determinante en la victoria del visitante.

Talleres sólo mostró destellos de lo que puede llegar a ser el modelo Rebottaro. Todavía le falta rodaje.