El presupuesto de Talleres y de los gastos operativos en el Argentino A son considerablemente menores a los que se manejaba el club en la B Nacional. En materia de salarios la baja rondaría los 250 mil pesos.

Por eso, llamó la atención el acuerdo entre Ateliers y el defensor Federico Lussenhoff, emblema del equipo y de la gestión del gerenciador Carlos Ahumada. El zaguero percibía un sueldo más que oneroso en la segunda categoría del fútbol argentino (con prima incluida), a la altura de Primera División, de un equipo grande.

Su nuevo arreglo con Ateliers, en el Argentino A es de los más altos del plantel, pero no a la altura del contrato anterior. Mucho menos de la mitad. Pero la motivación tiene que ver tanto para él como para sus compañeros, principalmente con los premios por partido ganado (casi 20 mil y 30 mil pesos para todo el equipo) y un suculento incentivo por lograr el objetivo de ascender a la B Nacional (cifra menor al millón de pesos). Nada despreciable.

Además, el “Colorado” acordó un premio especial: su partido de despedida en la Boutique, a modo de homenaje por su paso en Talleres. Y se descarta de que seguiría ligado a Ahumada en materia de asesoramiento deportivo o profesor de las divisiones menores. “No es precisamente dinero lo que me motivó para acordar con Talleres, el cariño que viví en esta gente y lo que me brindó el hincha me pasó muy pocas veces en mi carrera. Por eso quiero jugar el último año de mi carrera acá y retirarme con esta gente especial. Es mi forma de agradecerle”, supo decir Lussenhoff apenas renovó su vínculo, en julio pasado.

Por lo pronto, el capitán albiazul sigue adelante con el curso de técnico, y este año recibiría su título.