La Cámara 3ª Civil y Comercial rechazó la apelación formulada por Ateliers S.A. contra el decreto emitido por el juez, que le denegó una prórroga en la concesión de Talleres. Ahora decide Tale.

Otro día agitado en Tribunales y en todo lo que rodea al polémico ámbito institucional de Talleres. Y tiene que ver con la continuidad de Carlos Ahumada en barrio Jardín: la Cámara 3ª en lo Civil y Comercial emitió su fallo y rechazó el pedido de apelación de Ateliers, con respecto al decreto que deniega la concesión anticipada solicitada por la empresa en agosto de 2008. Con este resultado, la Cámara le otorga la facultad de decisión al juez Carlos Tale sobre la prórroga del gerenciamiento, para que proceda con libertad sobre el proceso de quiebra de Talleres.

Ahora será el facultado el encargado de determinar la continuidad o no del gerenciamiento, y de acuerdo a sus últimos pronunciamientos (vale destacar que el Tribunal Superior de Justicia le prohibió a Tale emitir declaraciones), asoma como inminente la revocación del contrato de concesión. De todos modos, en principio esperará unos días para dictaminar su sentencia y hacerla oficial.

¿Cómo sigue la historia? En el hipotético caso de que el magistrado determine el final del gerenciamiento, Ateliers tiene 15 días hábiles para apelar mediante un recurso de Casación. Incluso no puede esperar a esa resolución y adelantarse con ese recurso. Y hasta que la Cámara no decida si le hace lugar al pedido de Ateliers (se trataría de un plazo no superior a una semana), se mantienen los efectos suspensivos, y en ese lapso, sigue vigente la concesión.

Y si resuelve lo contrario, o directamente no le hace lugar, el camino estará allanado para que Tale aparte a Ahumada de Talleres. Y al quedar el club acéfalo, el fideicomiso volvería a tomar el comando, hasta que el magistrado lo decida.

De acuerdo a este contexto, legalmente, Ateliers tiene asegurado no menos de un mes de vida en barrio Jardín. Después, su permanencia quedará supeditada a la voluntad de la Justicia.

Por más que el suspenso de a poco cobra cada vez más certezas en el clima institucional albiazul, se estima un desenlace polémico, impredecible y digno de novela, como nos tiene acostumbrado Talleres.