Lo dijo Lucas Wilchez que además niega falta de compromiso con el equipo. "Tenemos que ganar y esperar", señaló.

Las papas queman como nunca en Talleres que golpea las puertas del Torneo Argentino A. Y, en ese contexto, los dedos apuntan a ciertos jugadores, aquellos mismos que en otros momentos eran aplaudidos y ovacionados. Los vaivenes del fútbol lo viven en carne propia quienes visten la camiseta de Talleres y tienen que salir a jugar por ella. Uno de esos futbolistas, sumidos en el peor momento, en la peor crisis, es Lucas Wilchez quien llegó a ser un "mimado" del hincha. Ahora le toca comerse más de un insulto como a otros.

Es la hora de volver a jugar para el volante que será titular frente a Quilmes, en busca del gran milagro albiazul. Wilchez retorna tras lesión y le dijo a Día a Día que aún mantiene la esperanza de que esto pueda revertirse: "Esto es muy duro, es una situación que no nos gusta nada, indeseable, pero nos tenemos que hacer cargo con mucha responsabilidad y enfrentar un partido muy complicado que va a ser allá en Quilmes, un rival duro. Nosotros tenemos que hacer lo nuestro que es ganar y esperar a que se den los otros resultados".

¿Cómo estás viviendo esta situación?
La verdad que tenía otras expectativas pero estos últimos seis meses fueron tristes y los viví completamente distintos a los primeros seis. Esta parte se vivió con mucha ansiedad. Pelear por el descenso es muy complicado, desgasta mucho psicológicamente y es muy complicado. Hay que tener mucha personalidad para sobrellevarlo.

Nadie se imaginaba este presente.
No, yo me imaginaba que iba a ser como el semestre pasado y que a mitad de esta rueda ya estaríamos salvados. Pero el fútbol tiene estas cosas y hoy nos pone en una situación muy complicada.

¿Cómo se explica que todo se haya desmoronado de golpe?
Qué sé yo, no hay mucha explicación. Nosotros, en cada partido, dejamos todo. El año pasado ganamos muchos partidos que capaz que este campeonato nos pasó factura. Después se hizo todo muy complicado, perder muchos partidos nos afectó y estamos en una mala situación. Todavía nos queda una esperanza y vamos a aferrarnos a ella.

¿La ida de Grondona fue una bisagra para el grupo?
Puede ser que sea una de las causas. Hicimos una buena campaña, después llegó Juan Amador (Sánchez), se fue. Después asumió Raúl (Peralta) y se hizo cargo de un fierro caliente. Tampoco se le dieron los resultados y ahora llegó Roberto (Saporiti) y la verdad que lleva poco tiempo y nos tiene mucha confianza. Nosotros tenemos que responder y nos han salido las cosas mal.

¿Qué te reprochás?
Si te hablo por mí creo que tuve un campeonato muy flojo, me tocó lesionarme y estar afuera. Haciendo una autocrítica no tuve un buen semestre, me lo imaginaba de otra forma.

¿La presión te jugó en contra?
Puede ser, pero el desgaste de estos seis meses era jugarse al campeonato y en la primera rueda, por estar lejos, capaz que hizo que estuviéramos más relajados y se notaba en la cancha. Ahora es todo distinto. Yo siento que tengo mucha personalidad para pelear estas cosas como mis compañeros. Me ha tocado en San Juan y fue casi lo mismo. Obviamente que esta situación es más complicada. Hay que aferrarse a la esperanza de ganar y que nos ayude el de arriba y se caigan Los Andes y Almagro.

¿Asumís un bajón en tu nivel?
Sí, yo me hago cargo. Sé que no anduve como en la primera rueda.

¿Tuviste falta de compromiso en algún momento?
No, nunca escuché que me dijeran eso. De mis compañeros tampoco tuve reproches, no tuve reproches de ellos. Estuve plenamente comprometido por algo estamos hasta el último partido dejando la vida. Pasa que cuando perdés la gente lo empieza a ver de otra forma. La gente piensa que uno está de joda. La gente habla y te tira pálidas, más los de Instituto y de Belgrano. La gente de Talleres siempre nos apoyó. Esto se ha potenciado ahora por la situación.

¿Saben que será una mancha grande irse al Argentino A?
Más vale. Ninguno de nosotros lo queremos porque perderemos prestigio. A algunos, si llegamos a descender, se les terminará la carrera. Uno entiende qué está sucediendo. Nunca voy a dejar de estarle agradecido a Talleres.

¿Algo queda para este sábado?
Sí, siempre algo queda, siempre hay esperanzas.