El volante dijo que hay jugadores de la “T” que no están comprometidos.

La demora con que los jugadores de Talleres salieron del vestuario, las noticias de las corridas que se producían en las adyacencias de la Boutique y la información oficial de que se suspendía la conferencia de prensa eran más síntomas de una noche muy difícil en barrio Jardín. El efecto de la caída era evidente.

El primero en aparecer, 50 minutos después de la derrota, fue el capitán Federico Lussenhoff, quien dejó una frase contundente: "Hay que ganar primero y rezar después". Minutos antes, se había concretado una áspera reunión entre plantel y cuerpo técnico. El defensor agregó: "Se perdió mucho, porque en lo anímico duele en demasía esta derrota".

Cristian Zermattén fue más duro: "Somos los más perjudicados, pasamos un momento muy difícil, la gente está muy triste. Encontramos fuerza en la familia, en los que se rompen todo con nosotros, en los jugadores que se entrenan y están comprometidos de verdad. Hay jugadores que no están comprometidos, y esto es un grupo y si no están comprometidos no tienen que estar". Luis Salmerón también fue crítico: "Somos unos boludos. Esto nos mató psicológicamente".

Ahumada con hinchas. A la complicada situación se le sumó el intercambio de opiniones que Carlos Ahumada tuvo con un grupo de plateístas al final del partido, quienes le reclamaban que "hiciera algo". El gerenciador retrucó con un grafico "Yo traje 17 jugadores, les pago al día y mucha plata". Al final, cuando salía, un hincha le gritó de lejos: "Carlos, echalos a todos".