Cuando se anunció que la metodología en la conferencia de prensa iba a ser “una pregunta por medio”, y sin posibilidad de repreguntar, quedó en evidencia que Carlos Ahumada iba a responder lo que él considerara oportuno. Pese a que se trataron diversos temas que pudieron incomodarlo, siempre se ayudó en una hoja cuidadosamente preparada de antemano, casi guionada, y respondió de manera defensiva en algunas ocasiones. Reconoció errores pero siempre con una excusa a mano.

Es para destacar la voluntad de Ahumada de aclararle a los hinchas sobre la situación delicada que vive Talleres, pero igual quedaron muchos interrogantes pendientes, como su situación con la Justicia, el predio, los juicios pendientes que pueden aumentar el pasivo de la institución (caso Rubén Insúa, Luis Oste y Piero Foglia) y su conexión con la barra brava. Los incidentes del domingo dejan de nuevo un manto de duda con la seguridad, y la liberación de la platea baja para que “La Fiel” opere impunemente no hace más que perjudicar aún más la escasa estabilidad que se vive en barrio Jardín. ¿Son sus piqueteros oficiales?Además, llamó la atención que Ahumada tenga que recurrir a la prensa para expresarse, cuando la tildó de enemiga y la denostó en muchas oportunidades. Mientras que a los hinchas les prometió mano dura para los jugadores que tengan salidas nocturnas, a los periodistas les pidió pruebas de que eso suceda. ¿Cuántos discursos tendrá?