En aquella oportunidad la mesa estaba servida de otra forma. Instituto había descendido y llegamos a la Boutique con los ánimos bajos, porque matemáticamente no nos servía de nada ganar. Igual, lo intentamos y nos quedamos sin nada. Pero de todas formas, el consuelo para la hinchada fue que en la primera rueda lo goleamos 4 a 2, con tres goles de Toresani.

Ese partido sirvió para foguear un poco más a jóvenes valores como Mario Baralle, Darío Dómene, Damián Maltagliatti, que fueron de vital aporte en el Nacional B.

Ahora el contexto es otro, más presionado para los dos equipos. Instituto está muy cerca de la punta y viene en senda ganadora, con notorias evoluciones en el rendimiento. Y Talleres no quiere por nada del mundo dejar pasar esta oportunidad para llegar a la cima de la tabla, alcanzando a Belgrano. Le mojaron la oreja la fecha pasada contra Chacarita y quiere recuperarse.

Creo que hay mucha paridad entre los dos y no hay nadie que en los papeles sea superior del todo. Talleres recupera un gran estratega como Zermatten, y cuenta con jugadores desequilibrantes como Cobelli, que está en un buen momento, y Salmerón, siempre listo y Wilchez. Y por su lado, la “Gloria” amenaza con Concistre permanentemente. El equipo que gane usará decididamente el traje de candidato, por eso será una final.

(*) Ex jugador de Instituto y Talleres, presente en el último partido en la Boutique en 1990. Actual coordinador de las inferiores de Gimnasia de Jujuy.