Hoy se conoció la dimisión del idóneo deportivo Mario Sarrá. En tanto, la Justicia dispuso que en cinco días los fiduciarios deberán informar qué activos posee el club sin utilizar para venderlos “con prontitud”, y así cubrir los pasivos.

Aunque el fideicomisario Mario Sarrá argumentó cuestiones personales vinculadas con su salud para renunciar, es conocido el desgaste que ese integrante de la Justicia ha tenido que sobrellevar en su gestión desde que se decretó la quiebra de uno de los clubes más populares del país.

Sarrá había anticipado en semanas anteriores que se apartaría del cargo, preocupado con el nulo avance registrado en estos primeros cuatro años en la principal tarea del grupo de fideicomisarios: el achicamiento del pasivo generado en las fallidas conducciones anteriores.

Si bien el presente deportivo del club es muy auspicioso y el primer equipo esta disputando la B Nacional con aspiraciones de ascenso, no es menos cierto que el desgaste provocado por el actual gerenciador Carlos Ahumada en el ánimo de los fideicomisarios derivaron en una ruptura del dialogo.

Como consecuencia de ese accionar se produjeron intimaciones, cuestionamientos y sucesivos "no ha lugar" a las maniobras que la gerenciadora interpuso para ganar tiempo y dilatar la instrumentación de soluciones concretas a los reclamos que emergen desde distintos frentes.

Paralización de actividades en inferiores, deudas contraidas con personal afectado al mantenimiento de la institución, nuevos juicios generados con empleados y directores técnicos, sumados a la poca vocación de diálogo de Ahumada, provocaron que el juez Carlos Tale (Juzgado 13º en lo Comercial y lo civil, Carlos Tale) enviara una nota a los fiduciarios solicitando que informen qué activos posee el club sin utilizar para venderlos “con prontitud” (sic), y asícubrir los pasivos de la institución.

"Requiérase al Fideicomiso de Administración del CAT a través de los fiduciarios, informe el activo de la entidad fallida, que no se encuentra afectado a la explotación de la actividad deportiva, a los fines de dar inicio a un cuerpo de liquidación que permita en la prontitud – obtener fondos para cubrir el pasivo falencial conforme a la Ley 25.284 (Quiebras de Entidades Financieras ) a cuyo fin otórgase a los funcionarios cinco días hábiles", explica un párrafo de la resolución.

Entre los activos que el club tiene sin utilizar se encuentra un valioso predio de las 24 hectáreas que Talleres posee en la Avenida Circunvalación.

De este modo, Tale busca conseguir dinero fresco para distribuir entre los acreedores que, en cuatro años, sólo recibieron 600 mil pesos de los más de 22 millones que componen el pasivo total.

Por estas horas el magistrado estaba habilitando la distribución de una nueva partida estimada en 700 mil pesos, pero a cuatro años del quebranto de la institución el panorama asoma sombrío y preocupante, máxime tras conocerse que algunas de las juveniles figuras del actual plantel pueden quedar en libertad de acción en el breve plazo por no haber firmado sus contratos profesionales.