Belgrano puso el orden, pero Talleres tuvo mayor determinación. El empate le sentó mejor a la “T”.

Para llegar a sumar un punto ayer en el Chateau, Belgrano y Talleres tuvieron que poner en escena las virtudes que, superada una cuarta parte del torneo, ya se les reconocen. En contrapartida, los dos puntos que dejaron escapar se explican por las defecciones que uno y otro vienen exponiendo seguido.

Al final, el 1 a 1 le sentó mejor a la "T", por haber jugado con todo el público en contra y por haber remontado un marcador que le era adverso. Pero, en lo estrictamente futbolístico, la sensación fue que el reparto equitativo de puntos le calzó bien al partido.

El juego no arrancó bien para Belgrano, ya que en la primera jugada perdió a Pacheco, después de un fuerte cruce con Lussenhoff. Pero, con Lollo en cancha, el Pirata se reacomodó y, poco a poco, sacó provecho del orden que viene pregonando su DT, Dalcio Giovagnoli.

Becerra comenzó a hacer estragos por la izquierda, a espaldas de Esquivel, y Chavarría se convirtió en una preocupación para la última línea albiazul. En ese primer tiempo, hubo un territorio virgen entre la última línea y el medio campo de Talleres, espacio que Belgrano comenzó a frecuentar para generar peligro.Becerra, Aldecoa y Turus tuvieron el gol en sus pies.

Talleres se reivindicó aprovechando una falla de Lollo (de las pocas que tuvo). Salmerón le dio un centro medido a Cobelli, que cabeceó al gol, pero Novaretti despejó sobre la línea.

Pero Belgrano siguió siendo más profundo, aprovechando las bandas. Y, en una contra letal, Becerra habilitó a Chavarría, quien hizo revolcar a Brasca y definió con categoría. La "B" se fue al vestuario 1-0 arriba y estaba bien.

En el complemento, el ingreso de Buffarini por el lesionado Galíndez le dio otra dinámica a a Talleres. Zermattén se involucró más en el juego y el equipo entero mostró otra determinación. El partido se hizo de ida y vuelta.

Primero se lució Olave para sacar contra el palo un cabezazo de Salmerón; después, un remate de Mansanelli (reemplazó a un nervioso Aldecoa) dio en el palo izquierdo del arco de Brasca.

A medida que el medio campo celeste se fue quedando sin piernas, fue creciendo el juego del albiazul. Las faltas cerca del área de Olave comenzaron a ser reiteradas y, tras una jugada de pelota detenida, Stang llenó de silencio al mundialista. Después, no pasó mucho más.

Pasando en limpio: Belgrano tuvo orden, pero le faltó audacia para cerrar el partido antes de que el cansancio se hiciera notar. Y Talleres no tuvo muchas luces, pero justificó el empate por su incansable voluntad de ir al frente.

Uno x uno celeste

Juan C. Olave (6). Intervino poco y respondió con acierto, incluso en la jugada del gol de la "T".

Gastón Turus (5). Pareció sentir la inactividad. La suplió con su habitual entrega.

Diego Novaretti (6). Firme y regular. Sacó en la línea lo que era gol de Cobelli.

Marcelo Berza (5). Ganó y perdió en el juego aéreo.

José Cárdenas (6). Tuvo mucho trabajo en el complemento y respondió bien.

Mariano Aldecoa (5). Cumplió, pero se dejó ganar por los nervios.

Mario Pacheco (-). Se lesionó a los dos minutos de juego.

Javier Lux (6). Muy criterioso y sacrificado. Terminó exhausto.

Leandro Becerra (7). En el primer tiempo fue incontrolable. Una de las figuras del clásico.

Claudio Bustos (4). Jugó lejos del arco y entró poco en juego.

Pablo Chavarría (7). Luchó en desigualdad con la defensa de la "T". Definió con maestría en el gol.

Luciano Lollo (6). Entró por Pacheco y aportó marca. Muy acertado en la entrega del balón.

César Mansanelli (6). Ingresó por Aldecoa y recuperó algo del fútbol que la "B" había perdido.

Paolo Frangipane (-). Sólo jugó 11 minutos.

Uno x uno Albiazul

Valentín Brasca (6). Sobrio. No se complicó nunca.

Federico Lussenhoff (7). Su experiencia fue clave para despejar todo lo que le pasó cerca. Una de las figuras.

Guillermo Báez (5). La pasó mal con Chavarría. Al final, mejoró.

Edgardo Galíndez (6). Tomó a Bustos y no le fue mal. Salió lesionado en el entretiempo.

Celso Esquivel (4). Perdió casi siempre con Becerra.

Gastón Stang (6). El amor propio y la cuota de gol de siempre.

Cristian Zermattén (7). En el complemento su trabajo creció. Se hizo dueño de la pelota.

Matías Quiroga (4). No tuvo profundidad en ataque y perdió las marcas por su sector.

Lucas Wilchez (5). Fue bien marcado y no tuvo el protagonismo esperado.

Sebastián Cobelli (6). Guapo en el área. Dejó todo por el gol.

Luis Salmerón (6). Su presencia en el área siempre fue inquietante. Le faltó el gol.

Julio Buffarini (6). Su ingreso revitalizó la derecha del ataque.

Pablo Azcurra (-). Jugó 25 minutos y entró muy poco en juego.

Braian Robert (-). En los 10 minutos finales mostró muchas mañas y poco fútbol.