El "7" de Talleres "la rompió" anoche en la Boutique de barrio Jardín. Debutó como titular con la camiseta albiazul y cada vez que agarraba la pelota, daba la sensación de que la "T" tenía muchas más chances de anotar en el arco de Almagro. Desequilibró casi siempre.

Jugó a otra velocidad y el equipo albiazul, por momentos, lo supo aprovechar. En la primera etapa y hasta la expulsión de Sebastián Cobelli se movió delante de la línea de cuatro volantes y más retrasado de los dos delanteros. Fue un dolor de cabeza para el sistema defensivo del equipo Tricolor.

No todas fueron rosas. No fue fácil el triunfo de Talleres. Parecía que podía golear a un débil rival y se complicó solo. A la hora de atacar Talleres tuvo variantes con Wilchez, Quiroga y Zermattén.

Pero al defender... aparecieron los fantasmas de siempre. Adelante de la línea de tres había una zona gris que trataban de ocupar Galíndez, Basualdo y el propio Zermattén (que rinde mucho más atacando que defendiendo). La expulsión de Cobelli y el empate de Almagro en la jugada siguiente puso en riesgo la victoria de la "T". Es más, hasta pudo anotar el tercero el visitante. Hasta que apareció el empujón y la cabeza de Stang para marcar el 3-2.