Lógico pero sin variantes. Talleres salió a ratificar su levantada futbolística con la misma propuesta que le dio el triunfo en Bahía Blanca. Pero su medio campo no anduvo bien y el equipo quedó partido en dos. Para colmo, Platense marcó el 1-0 antes del descanso.

Complicado y aturdido. En el complemento, la "T" fue puro nervios. Quiroga le salvó las papas.

Las figuras

Salmerón (7). "Pupi" exigió siempre. Cobelli (7) fue clave en los goles y Quiroga (7) lastimó. Torres (7) y Scatolaro (7), lo mejor del Calamar.

El árbitro

Alejandro Castro (regular). Se equivocó mucho en jugadas de resolución simple y obvió algunas jugadas violentas de ambos bandos.

Cuestión técnica

Humberto Grondona. Apeló a la lógica y repitió el dibujo (4-4-2) del partido con Olimpo. Eligió mal los cambios y eso terminó confundiendo a su equipo, que terminó atacando sin orden (con un dibujo 3-3-1-3) y reiterándose en pelotazos.

Javier Baena. Armó un 4-4-1-1 y peleó un partido en los papeles desparejo con orden y presión. Al último se metió demasiado atrás.