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“Sueño con retirarme en Talleres” Rodolfo Graieb marcó un solo gol en su carrera, en 211 partidos (ante Independiente, jugando para Huracán). En la campaña del Lanús campeón, jugó 16 partidos, todos de titular.

Federico Jelic /
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El ex Tallleres habló con LA MAÑANA sobre el fenómeno Lanús, y opinó sobre los puntos que tendrían que imitar los equipos cordobeses para recuperar protagonismo.

Con 33 años, el lateral derecho de Lanús, Rodolfo Graieb, probó las mieles del éxito, tras conseguir el campeonato con la entidad del sur bonaerense por primera vez en su historia. Y como cordobés que es, por más que las comparaciones sean odiosas, es inevitable no trazar un paralelismo entre el “Granate” y la difícil realidad de los equipos de Córdoba. En ese contexto, el ex Las Flores comparó: “Yo sigo la campaña de Talleres y me duele verlo como está. Igual ningún equipo de Córdoba tiene proyectos, y no viene de hace poco, es consecuencia de muchos malos manejos”, confesó el “Melli”, quien se dio cita a la entrega del “Rombo de Oro”, para recibir su merecido premio por el campeonato con Lanús, junto a su compañero Carlos Bossio.

- ¿Que tienen que imitar los clubes de Córdoba de Lanús?
- Mirá, Lanús no es un equipo muy grande, pero todo se basa en la apuesta a las divisiones inferiores, con un proyecto serio que le dio sus frutos. Se respetó la gestión de Ramón Cabrero, y esos fueron los cimientos. Talleres es un club muy popular, y las necesidades que tiene son diferentes, pero asimismo es imprescindible no perder la paciencia y bancar la apuesta.

- ¿Por qué pensás que se devaluó la plaza de nuestra provincia?
- A lo mejor es la presión por conseguir títulos. Se cambian los técnicos cada cinco partidos y así se hace imposible. Igual, le tengo fe a (Rubén) Insúa. Lo tuve en Barcelona de Ecuador y sé de lo que es capaz. Es cuestión de darle tiempo y el equipo va a aparecer. En Lanús no existen problemas económicos, hay agua caliente en los vestuarios, los juveniles tienen su pensión y se les hace un lugar en el primer equipo... Hay una serie de elementos que tendríamos que copiar para lograr mayor jerarquía.

- ¿En qué momento se dieron cuenta que podían salir campeones?
- En la pretemporada apuntamos a clasificar a las copas. El momento crucial fue la eliminación de la Copa Sudamericana, en Brasil, con un resultado injusto. Eso fue un duro golpe, nos quedamos con la sangre en el ojo y por eso apostamos todas las energías al torneo local. Como estábamos en los primeros puestos, buscamos la revancha y la conseguimos.

- Después, todos hinchaban en favor de Lanús...
- Fuimos el equipo del pueblo, todos nos tiraban buenas ondas. Se generó un ambiente de mucho color, la hinchada nos apoyaba a muerte... Muchos se sentían identificados con nuestro modelo, de jugar con pibes de las inferiores, con seriedad, compromiso, y fue un premio también en ese aspecto. Y lo coronamos con el título de campeón.

- Sobran motivos para brindar a fin de año...
- Si, por suerte. Espero poder seguir haciendo un buen papel, que el equipo siga creciendo y ojalá los clubes de Córdoba empiecen a imitar este proyecto. Y que Talleres despegue de una vez por todas, por Dios. “Sueño con retirarme en Talleres”. Rodolfo Graieb debutó en Talleres en 1993 y fue partícipe de aquel equipo que logró el ascenso a Primera División en el ’94, y pese a que con Lanús consiguió su título más importante como profesional, aquella obtención fue la que más disfrutó. “Era un grupo bárbaro, comandado por un personaje muy particular como Daniel Willington. El “Daniel” era una cosa de locos, el “Hachita” Bertola también, nos cagábamos (sic) de risa. Además, poder compartir ese equipo con mi hermano Diego... Fue muy especial y nunca lo olvidaré”, contó Graieb con nostalgia, añorando aquel presente albiazul, muy distinto al de la realidad.

Asimismo, sueña con poder retirarse con la camiseta de Talleres: “Algún día se tiene que dar mi regreso. Al corazón lo tengo en barrio Jardín. Para mi sería un orgullo volver, más allá de que estoy en el campeón y que ahora jugaremos la Copa Libertadores. Tengo que volver en algún momento, para poder cerrar ese ciclo, y espero poder concretarlo”.

Cuando se le consultó sobre cuáles son los aspectos que tienen que coincidir, resaltó: “Considero que las patas de la mesa tienen que estar juntas, sin inconvenientes, y apuntando al objetivo. Tiene que presentarse un proyecto serio, Talleres tiene que pelear el campeonato, en la B Nacional no puede no ser protagonista. Si me seduce la meta, será más fácil llegar a un acuerdo”.

- ¿Es verdad que de Ateliers te llamaron a principios de temporada?
- Si, me hablaron dos veces, pero tenía mi vínculo firmado con Lanús, y no lo podía rescindir. Soy un hombre de palabra y opté por respetarlo. Tengo muchos sentimientos por el club, y sé que algún día volveré.