El pasado 5 de diciembre, Carlos Granero, el titular de Ateliers SA, le dijo a este diario que su empresa dejaría la concesión de Talleres a fines de 2008, la fecha en el que se cumpliría el primero de los tres períodos que podría durar el gerenciamiento.

Granero esgrimió razones personales y señaló que su intención era darle la chance de manejar el club a una "oposición destructiva". Es más, también dijo que el adiós podría anticiparse para mediados del año que viene, si Talleres ascendía.

El concesionario de la "T" no argumentó razones económicas, aunque en varias oportunidades supo decir: "En la B Nacional, hay déficit. En Primera, es rentable". Otra: el nuevo fideicomiso presionó más a Granero, como en el caso del juvenil Javier Pastore, y las intimaciones de pago fueron más frecuentes.

Pero, tras las expresiones de Granero, los distintos grupos opositores no se movilizaron demasiado. "Los Notables", empresarios y ex dirigentes de la "T", reiteraron su intención de tomar el club, pero solamente cuando Granero lo haya dejado. Además, para que ellos conduzcan a la entidad, la Justicia debería considerar un nuevo modelo de gobierno: la Asociación Civil Atlético Talleres, sin los fiduciarios y con dinero proveniente de la venta de los activos.

El grupo "La Causa", liderado por ex socios talleristas, tampoco quiere negociar con Ateliers y pretende que el club vuelva al formato anterior: es decir, que los socios puedan elegir autoridades.

En tanto, la Fundación Albiazul, agrupación liderada por el ex directivo Jorge Chubnosky, rescata la idea de la conformación de un comité honorario –cinco ex socios caracterizados– para colaborar con el fideicomiso, sin necesidad de gerenciamiento alguno.

¿Y el fideicomiso? No ha habido expresiones públicas sobre la chance de volver a ejercer la administración del club y generar recursos por cuenta propia. Igualmente, con este panorama, será difícil encontrar un inversor en lo inmediato.