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Borghello y Cuevas: 16 goles.

El 2007 será un año para eliminar de punta a punta en la historia de Talleres. A cada fracaso futbolístico parece seguirle uno peor, y que la gerenciadora haya anunciado un año antes su despedida, completa un panorama preocupante para un club que, el 28 del corriente, cumplirá tres años de quebrado, y con una deuda de 31 millones de pesos. En el primer semestre Talleres hizo la peor campaña de su historia en AFA y, ahora, al cabo de la mitad de la temporada siguiente, se ubicó en la zona "roja" de los promedios.

Al menos las victorias en los clásicos ante Instituto y Belgrano hicieron olvidar que la "T" no tuvo que jugar una reválida por el punto que "sacó" en el Tribunal de Disciplina (le habían quitado tres por los incidentes ante Rafaela) y el "empate" ante San Martín (T).

Además habría que agregarle la vergüenza que le hicieron pasar rivales con mucho menos prestigio y cuyos hinchas lo hicieron destinatario de las más vulgares cargadas.

En este cuadro de situación la derrota ante Tiro generó la autocrítica necesaria para cambiar las cosas. "Hay que pensar en el promedio", dijo el DT Insúa. "Falta de capacidad... Hay que tener los h... bien puestos. No tenemos más palabras. Salir con trabajo es una mentira porque siempre se trabaja", profundizó Iván Borghello, uno de los goleadores de la "T".

Pero el real poder de autocrítica deberá hacerse puertas adentro, para poder renacer. Para evitar las discusiones y las peleas como se dieron en el caso de Miralles y Buffarini.

En lo futbolístico, lo más preocupante es que Insúa no ha encontrado el equipo y pide cuatro refuerzos, pero sin que le vendan a nadie. Y que los jugadores, cuando descreen del plan de juego, hayan perdido el concepto elemental de saber a qué juega el compañero y dónde gravita más. O cuáles son sus limitaciones. Un concepto de supervivencia futbolera, que pocas veces se vio.

Lo más rescatable fue la dupla Cuevas-Borghello. Pero Talleres se fue al receso sin haber podido darle solución a dos problemas esenciales. La marcación por el sector izquierdo y la zona que se abre a espaldas de los volantes centrales.

El receso llegó, piadoso y necesario. Talleres dejó pasar media temporada y ahora deberá hacer horas extras para salir de la zona roja, mínimamente.

(+). Lo más rescatable fue lo de Cuevas y Borghello. Entre los dos hicieron 16 goles. También lo de Quiroga fue bueno.

(-). Talleres no tuvo un equipo definido y, por ende, no hubo juego. Los problemas económicos también influyeron.

Refuerzos. Rubén Darío Insúa solicitó un marcador central zurdo, un lateral izquierdo, un volante polifuncional y un enganche o delantero (si se va Cuevas o Borghello).