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Una postal que se verá hoy por última vez. Después de la remodelación, el Estadio Córdoba no tendrá espectadores parados, ni foso perimetral ni pista de atletismo. Foto: LaVoz / Sergio Cejas.

Gustavo Farías /
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El Estadio Córdoba recibirá a Talleres antes de su cambio de fisonomía. El lunes 18 empiezan las obras para mejorar la visual del público y elevar su capacidad.

A su manera, el partido de hoy, entre Talleres y Ferro Carril Oeste, por la 18ª fecha de la Primera B Nacional, será una referencia histórica para el deporte cordobés. ¿Por qué? Porque es un hecho que será el último juego que albergará el Estadio Córdoba con su fisonomía original.

Los de barrio Jardín, que fueron los primeros en "adueñarse" del escenario después del Mundial ‘78, también serán los encargados de cerrarlo antes de su remodelación.

A partir del lunes 18 del presente mes, el Gobierno provincial, a través de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos, comenzará la refacción del mundialista para modernizarlo, mejorar la visual de los espectadores y elevar su capacidad de 46 mil espectadores a unos 52 mil, con el detalle de que estarán todos sentados.

Si bien no se conoce el plazo final de la obra, se estima que a mediados del año que viene el estadio podría ser habilitado parcialmente, al tiempo que la pista olímpica de atletismo se traslade al campo auxiliar.

Los últimos espectáculos que albergará el Chateau, antes de su cierre para iniciar los trabajos de remodelación, serán extradeportivos: la presentación de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina (miércoles 5), una despedida del año de la Radio Cadena 3 (domingo 9) y el recital de Soda Stereo (sábado 15).

El proyecto, que fue dado a conocer un par de años atrás por el saliente titular de la Agencia Córdoba Deportes, Horacio Manzur, tendría dos partidas presupuestarias anuales que rondarían los 12 millones de pesos.

El detalle. La obra se iniciará con el hundimiento del piso del campo de juego en unos 3,5 metros, al tiempo que se trasladará la pista de atletismo a la cancha auxiliar. En el terreno ganado entre las tribunas y la cancha se construirá un nuevo anillo que acercará las tribunas al campo de juego para mejorar la visión de los espectadores. Las actuales populares serán acondicionadas con una hilera de butacas cada dos escalones, con lo que bajará el aforo de cada cabecera a 5.500 hinchas –actualmente albergan a 11 mil– una vez finalizada la obra.

En cuanto al campo de juego propiamente dicho, el césped del Estadio Córdoba será sembrado ni bien se baje el nivel del suelo, con la idea de que a mediados del año venidero ya pueda estar en condiciones de ser utilizado.

Tres décadas después. El Estadio Córdoba fue inaugurado oficialmente el martes 16 de mayo de 1978 con el encuentro que la selección argentina –se preparaba para su participación en el Mundial de ese año– le ganó 3 a 1 a un combinado de la Liga Cordobesa de Fútbol.

Con una recaudación récord de 111.770.000 pesos, producto de la venta de 45.878 entradas, le correspondió al bellvillense Mario Alberto Kempes el honor de inaugurar las redes del nuevo escenario, cuando a los 6 minutos del segundo tiempo venció con un zurdazo al arquero local Oscar Luraschi. Después de la provisoria igualdad obtenida por Fernando Moreschini, los goles de René Houseman y Leopoldo Luque completaron el 3 a 1 final.

"La segunda Boutique". Talleres, el equipo del momento por aquel año ‘78, rápidamente trasladó su localía al Chateau Carreras. Así fue como, a sólo un mes de haber finalizado el Mundial, jugó allí su primer partido: un amistoso ante el Flamengo de Junior, Leandro y Valdo, que finalizó igualado sin goles.

Por lejos, Talleres fue quien más veces ofició de local en partidos oficiales de AFA en el Estadio Córdoba: 511 veces. Belgrano lo utilizó en 201 oportunidades e Instituto, en 66.

Escenario de los dos logros más importantes de la "T" (el ascenso de 1998 y la obtención de la Copa Conmebol de 1999), el Chateau cambiará su cara en 2008. Y con una apuesta fuerte: ser sede de algunos de los partidos de la selección argentina durante las eliminatorias al Mundial de Sudáfrica 2010, un privilegio que desde 1985 es exclusivo del Monumental de Núñez, el reducto de River Plate.