-
Con nuevo entrenador, Talleres recibirá a Chacarita con la necesidad de revertir la pálida imagen del 0-4 ante Brown y ponerse otra vez en carrera. Foto: Antonio Carrizo.

Insúa inicia su ciclo como DT de Talleres esta noche en el Chateau. A las 20.35, el equipo albiazul recibe a Chacarita.

No será el célebre escritor nicaragüense, pero este Rubén Darío ("el Gallego" Insúa, flamante DT de Talleres) ya empezó a esbozar los primeros "garabatos" de una nueva página futbolística en el club de barrio Jardín.

En apenas cuatro días de trabajo, el sucesor de Salvador Capitano ya mostró una prosa diferente a la de su cuestionado antecesor. De entrada, y sin anestesia, Insúa sumó más horas de trabajo al plantel albiazul, con la premisa de acelerar los tiempos del conocimiento mutuo. Y a la hora de armar el equipo para su debut, (hoy a las 20.35 ante Chacarita, en el Chateau) no anduvo con chiquitas: cinco cambios de nombres, tres variantes posicionales y un dibujo diferente.

"La intención es que el equipo tenga la misma capacidad para jugar de local y de visitante. Se puede variar el sistema, pero lo importante es jugar siempre con determinación y audacia, con la misma intención de buscar los tres puntos", fue la primera declaración de principios del ex DT de San Lorenzo de Almagro y Barcelona de Ecuador.

Cambia, todo cambia. "Conmigo, todos los jugadores empiezan de cero", fue otra de las proclamas de Insúa en su presentación. Sonó a frase hecha, pero en apenas un par de días la realidad desmentiría aquella presunción.

La primera gran decisión del nuevo entrenador fue apostar a la experiencia de Grosso y desplazar del arco al pibe Brasca. También entrarán Rivera, Oyola, Buffarini y Cuevas (salen Gómez, Basualdo y los suspendidos Maidana y Rimoldi), y Gill y Torsiglieri volverán a jugar de lo que son (lateral derecho y segundo marcador central, respectivamente). Esta vez no habrá "doble cinco" en la línea de volantes, y Rivas dejará de ser media punta, como en el 0-4 con Almirante Brown, para convertirse en armador. ¿Le alcanzará a Rubén Darío para un debut de novela?