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Cuevas se va ganando a la gente y le crea un problema al DT.

Federico Jelic /
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Héctor Cuevas lleva cuatro goles en su cuenta personal y siempre anotó en aniversarios. A fuerza de tantos se abre un lugar en el equipo titular de Talleres, aunque humildemente él manifiesta sentirse uno más del grupo.

La fiesta estaba por terminar y el invitado principal, el gol, todavía no se hacía presente. El aniversario de Talleres llegaba a su fin, pero el regalo seguía envuelto. Y cuando todos perdían la esperanza por su ausencia, apareció desde el banco de suplentes Héctor Cuevas para entonar el feliz cumpleaños y decretar, con sus dos conquistas, la victoria albiazul y desatar la locura de la gente.

Sus goles llegan en pares y en celebraciones. Ante Aldosivi, por la 3ª fecha, Cuevas tuvo su bautismo en la red y se autorregaló dos, porque ese día cumplía 25 años. El viernes marcó dos más y con dedicatoria exclusiva: uno para el equipo de barrio Jardín, y otro para su madre Delia, que también festejaba su cumpleaños. “Los grité con furia, porque no se me venía dando y porque el partido estaba muy cerrado. Por suerte sirvieron para ganar, realmente lo merecíamos”, comentó exaltado el ex atacante de Racing de Nueva Italia.

- ¿Por qué les costó tanto?
- El desarrollo era muy complicado. Defensa es un equipo que nos esperó atrás, nos dejó pocos espacios y siempre apostó al contragolpe. Era imposible entrarles. Pero con tranquilidad supimos golpear en el momento justo y los tres puntos quedaron en Córdoba.

- ¿Cuál fue la virtud de Talleres?
- Mantener la paciencia y nos desesperarnos. Lo importante es que no perdimos el orden, mantuvimos la estructura, y con eso los superamos ampliamente. Después llegaron los goles, que fue lo que fuimos a buscar durante todo el partido y no se nos daba. Ganamos un partido de esos, con el cuchillo en la garganta. Estábamos obligados.

- Ahora le generás un dolor de cabeza al técnico a la hora de armar el equipo.
- (Risas) La verdad, ese problema se lo dan todos los compañeros, porque tenemos jugadores de jerarquía. Yo aporto lo mío, cada uno tiene un rol y lo importante es que este triunfo es fundamental para nuestras aspiraciones.

- Y la fiesta fue completa, por suerte.
- Se lo dedicamos a toda la gente que nos vino a alentar masivamente. El hincha se impacienta cuando no convertimos, pero se jugó bien, movimos la pelota tratando de jugar. Fue un reconocimiento al esfuerzo.