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Todo Talleres corre detrás de Miralles, quien marcó su segundo gol con la camiseta de Talleres.

En tiempo de descuento, cuando el partido expiraba, Miralles le dio el empate a Talleres frente a Chicago. El albiazul, que mostró su mejor performance en calidad de visitante, sigue sin ganar en esa condición.

De entrada se supo que iba a ser una tarde especial para Talleres. Ni bien comenzó el partido ya se podía intuir que algo iba a pasar, que no iba a ser un partido más. Es verdad, no se dio el partido brillante con el que habían amagado los albiazules en el comienzo, pero lo sucedido en el último minuto confirmó que esa sensación no había sido tan errónea. Es cierto, Talleres lo pudo perder, pero también lo pudo ganar y, al final, se trajo un punto para Córdoba. Igualmente, por lo realizado en el comienzo del primer tiempo y por las ganas y la actitud que demostró en el complemento, los “Matadores” pueden quedarse tranquilos, confiando en que tienen equipo para salir adelante.

Parecía que Chicago se llevaba los tres puntos, faltaban segundos y los hinchas del “Torito” deliraban con una victoria que creían asegurada. Aquel gol de Hernán Bodarone, a los 31´ del segundo segmento era suficiente y los de Mataderos se quedaban con un triunfo fundamental en su lucha por mantener la categoría. Pero el de barrio Jardín tenía guardado un as debajo de la manga y lo sacó en el momento justo. En medio de la queja de todos por los cuatro minutos adicionados por el árbitro Leandro Bottoni, Franco Dolci envió un centro al punto del penal, De Olivera salió apresuradamente y su mal rechazo le sirvió la pelota a Ezequiel Miralles, quien la bajó y no tuvo otra cosa que hacer que colocarla junto al palo más lejano de un arquero vencido para darle la alegría a todo Talleres.

Sin embargo, antes del minuto crucial, hubo un partido. Un desarrollo en el que los de barrio Jardín mostraron dos facetas completamente distintas. En el arranque, los dirigidos por Salvador Capitano, a puro toque y gambeta, se llevaron por delante a Chicago y no se pusieron en ventaja por errores en la definición. Para el segundo capítulo, Capitano cambió y el equipo mejoró. Ya con cuatro mediocampistas definidos en el medio, se acomodó mejor en el campo y no sufrió tanto, aunque Bodarone había adelantado a los de Mataderos, tras un centro pasado. Talleres pudo haber ganado, pero también pudo perder. Sin embargo, se llevó un punto de Caballito, un punto que, por como se dio el asunto, sin duda que es muy valioso.