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Rugido en el Chateau. El delantero Iván Borghello, a fuerza de goles, se ganó el cariño del pueblo albiazul y va camino a ser el nuevo referente de su hinchada. Foto: LaVoz / Sergio Cejas.

Marcos Russo y Gustavo Farías

Con cinco goles en seis partidos, el paranaense Iván Borghello comienza a ganarse el cariño del público albiazul.

Llegó a Córdoba procedente de la segunda división del fútbol mejicano y con antecedentes valiosos, pero que databan de tres años. En él estaban depositadas las mayores esperanzas de gol en el rearmado plantel de Talleres que disputaría la actual temporada de Primera B Nacional. Se trata de Iván Emilio Borghello, que en apenas seis fechas no sólo cumplió con las expectativas futbolísticas que había generado, sino que se ganó el cariño de la hinchada albiazul, que parece haber encontrado en él al nuevo ídolo.

"Borgheeeeello..., Borgheeeeello...", entonaron más de 20 mil hinchas en la noche del jueves cuando el autor de dos goles en el triunfo 3-1 sobre Ben Hur de Rafaela se retiraba del campo de juego. "Todavía no lo puedo creer. Hace apenas seis partidos que llegué y no puedo creer el cariño que me está brindando la gente", había dicho "el Memo" tras el partido con la "BH", mientras arqueaba las cejas y meneaba la cabeza.

La historia de este entrerriano nacido en Paraná, que es hijo de un comisario de Policía y de un ama de casa, comenzó a gestarse en Rosario, donde jugó en Newell’s desde las inferiores y llegó a lo máximo en 2004 al ser campeón en el equipo que dirigió Américo Gallego y en el que tuvo como compañero al actual capitán albiazul Julián Maidana. Sus dos goles en la Bombonera contra Boca son recordados como el triunfo que encaminó a la Lepra hacia el título.

En 2006, "Memo" fue transferido al Santos Laguna de México, pero debió jugar en el filial y no tuvo demasiado éxito. Llegó a la "T" dando un poco de ventaja, ya que se incorporó al plantel que dirige Salvador Capitano con la pretemporada casi terminada. Pese a todo, escribió los primeros capítulos de una historia que promete ser exitosa: corridas, gambetas y goles (incluidos dos en el clásico con Instituto), que se tradujeron en estruendosas ovaciones.

¿Ídolo? La espectacular racha goleadora de Borghello le sirvió para ganarse a sus hinchas. ¿Le alcanzará para recibirse de ídolo? En su historia, el pueblo albiazul adoptó como referentes a delanteros que sin haber surgido del propio semillero, lo hicieron delirar a fuerza de goles. Algunos "9" que encontraron su idolatría en barrio Jardín son "el Tigre" Bravo, "el Bevi" Bevilacqua, "el Cachi" Zelaya y "el Lute" Oste.

El número: 0,83. Es el promedio de gol de Iván Borghello en Talleres. Le convirtió a Platense, estuvo "seco" contra Almagro y Aldosivi, hizo un doblete con Instituto, no "mojó" con Independiente Rivadavia y cantó por dos frente a Ben Hur.