"...o al menos estar en el banco". El hincha más reconocido de la T está en su casa luego de haber padecido una isquemia que preocupó a todos. Y nos recibió para hablar del cuadro de sus amores, el susto, la vida. En Córdoba, hay Paco.

“Che, Nico, nos equivocamos de casa”. Fue lo primero que le dije a mi compañero fotógrafo cuando después de golpear las manos en una casa de barrio Jardín lo que menos esperábamos era encontrarnos con una camiseta de Belgrano.

Y en cinco segundos caímos en la cuenta de dónde estábamos: el hogar de Paco Cabasés, donde la sangre es albiazul, pero el aire que se respira es de respeto. Por la elección de cada persona, por lo que hace, por quién es, más allá de los colores “de sus amores”, que en ese lugar son una circunstancia de la vida. Sólo eso.

Allí, habita el “gran profeta” de esta tolerancia: don Paco. Mirá si con sus 99 años de vida (el 24 de junio cumple los 100) se va a hacer problema porque en la casa del hincha más reconocido de Talleres la nieta le haya salido de Belgrano, su archirrival.

Ella, Jimena (14), fue la que nos abrió la puerta para charlar un rato con “el abuelo de todos”, ese que pasó un tremendo susto la semana pasada cuando una isquemia lo llevó hasta la terapia intensiva de un sanatorio. Ese que provocó una ola de solidaridad, preocupación y buenos deseos de todo el mundo del deporte.

“Me sigo cuidando porque quiero llegar bien al centenario, que los 100 años me encuentren bien de salud, que es lo importante”

Y, cuando decimos todos, realmente fue así, porque hasta el propio Juan Carlos Olave, ídolo y referente Pirata, tuvo un conmovedor mensaje para con su persona que mereció el reconocimiento de los propios hinchas de Talleres.

“Juan Carlos es una gran persona, yo lo conozco a través de otra gente cercana a mí, su mensaje fue muy gratificante, me emocionó mucho cuando me contaron y luego cuando lo ví”, nos cuenta el propio Paco, aún conmovido por tantos buenos deseos por su salud.

Una masa. “Ya estoy para ser titular, o por lo menos para estar en el banco de suplentes”. Don Paco Cabasés está impecable. Como si nada hubiera pasado, con un humor envidiable y tiñendo cada palabra que dice con una anécdota de fútbol, de su querido Talleres.

Por eso, justamente, es que la broma sobre su estado de salud y el problema que tuvo tenía que tener alguna referencia a la redonda, esa que tanto lo apasiona cuando va al Kempes y se sienta en el lugar que tiene reservado sólo para él para ver a su equipo. “Pensé que se me había acabado la nafta, que llegábamos al final, pero acá estamos, otra vez en casa y tratando de hacer lo que hacía antes”, remarca.

“Uno siempre tiene que pensar en el bien, y alejar los pensamientos de que algo malo te va a pasar. hay que vivir la vida”

Don Paco se fue de la clínica sin ningún otra indicación que “seguir haciendo lo que hacía hasta ahora”. ¿Y de qué se trata eso?

Por ejemplo, levantarse, andar por la casa, concurrir al gimnasio de Talleres (que queda a media cuadra de su casa) y hacer su rutina de gimnasia junto con los jugadores que están en la Primera y las distintas divisiones del club.

“Hasta la semana anterior a que me pasara lo que me pasó hacía bicicleta y ejercicio junto con los jugadores. Muy respetuosos todos”, dice tras acomodarse en la silla, esa que es una butaca de cancha reciclada sólo para él.

Su mejor regalo de cumpleaños. El cumple de Don Paco es el 24 de junio. No será uno más, tendrá un significado especial, serán sus 100 años. De acuerdo con el fixture de la B Nacional, la última fecha del torneo será el 18 de junio, cuando Talleres se enfrente contra Chacarita en Buenos Aires. ¿Alguien se imagina un mejor regalo para don Cabasés que el ascenso a Primera División de su amado Albiazul?

“Ufff”, dice, suspira largo, se emociona y con su hablar pausado continúa la frase cuando se lo preguntamos: “Sería el mejor regalo que me podría dar la vida, después de tantos años de hacer fuerza por Talleres después que descendimos, que volvamos a Primera sería una gran emoción”. Pese a que señala que “no ha pensado nada” todavía respecto de cómo festejará el centenario, seguramente estará teñido de azul y blanco de punta a punta. Como es cada día de Paco.

A los hinchas. Paco no puede dejar de hablar de fútbol, del Matador y de los hinchas. “Yo creo que Talleres va a ascender, tiene equipo para hacerlo. A los hinchas, les pido paciencia, respeto por las decisiones del técnico, por los jugadores, porque están haciendo un gran trabajo para que la T vuelva a primera”, señala.

“Porténse bien”, dice levantando su dedo con una sonrisa cómplice. Antes que nosotros, había llegado otra persona del barrio a saludarlo. Y detrás nuestro había más gente que lo quería ver.

Y muchos llamados prometiendo “darse una vuelta”. “Este cariño es su mejor medicación”, nos dice Elisa, su hija. Y, como es Don Paco, ese “remedio” seguro no le va a faltar.