Talleres va. No jugó lindo ni vistoso, pero tuvo personalidad y eficacia. Suficiente.

Talleres entró en la buena y parece que todos los astros comenzaron a alinearse para que su ilusión de ascenso no se desmorone en lo que resta del Tetradecagonal. Tres triunfos seguidos –dos afuera, frente a Unión de Sunchales y el de ayer en General Roca, y otro en el Kempes frente a Juventud Antoniana– pusieron al equipo en la punta del reducido y conmuy buenas perspectivas para lo que sigue.

¿Se correspondió ayer ese panorama optimista con lo que el equipo mostró en la cancha? Sí y no. Si el análisis parte desde el punto de vista del equilibrio, el equipo lo perdió ayer en varios momentos del primer tiempo, a partir de lo que le costó recuperar la pelota en el medio. Santiago Raymonda entregó el alma para que Burgos no debiera, como volvió a suceder ayer, correr a todo el mundo, tirarse al suelo y quedar al borde de la amonestación. Pero no le alcanzó.

Se lo pidió Kudelka y cumplió como pudo, pero evidentemente no es Nicolás Schenone.

Además, con las dificultades que supuso jugar en una cancha de sintético complicada, a Talleres se le terminó haciendo más fácil terminar tirando centros que elaborar juego asociado y al ras del piso. Fue por eso que, varias veces, Ivo Chaves y Ezequiel Barrionuevo terminaron ensimismándose y ocupando un mismo espacio, el derecho. ¿Cómo lo resolvieron? El salteño hizo más la banda y “el Indio” intentó meterse más adentro y tirar alguna diagonal. Parecía que el juego iba a terminar definiéndose por arriba, aprovechando que las zagas centrales de ambos equipos no tuvieron su mejor tarde. Y en parte fue así. Primero fue el testazo de Olivera y después, la solidaridad de Araujo para no querer hacerlo él y servírsela a Barrionuevo para que convirtiera el segundo.

Talleres no jugó lindo ni vistoso, pero tuvo personalidad, temperamento, eficacia y un poco de suerte en el cabezazo de Martínez que dio en el palo. Pero volvió a ganar, señores. Y eso es lo que importa.

Nuevos recursos

Francia-Olivera. Talleres terminó abriendo el partido gracias a un córner bárbaro de Juan Pablo Francia que le puso el balón para el ingreso directo del defensor, que volvió a sentar su superioridad en ambas áreas como en la Primera Fase. Es una de las sociedades que se dio en el partido de ayer y en la que Talleres tiene otra herramienta para herir.

Araujo-Barrionuevo. El correntino iba acelerando y metió el freno. El pase fue para “el Indio” que venía bien perfilado y sacó un derechazo cruzado que venció la resistencia de Leonardo Serrano. Al igual que en el caso de OliveraFrancia es otro recurso que puede servirle a Talleres cuando el partido está cerrado.

Burgos. Es el que sigue con un nivel alto. Pase lo que pase, recupera siempre.