¿Un tropiezo? ¿Descuido? ¿Se olvidaron? Talleres hoy no tiene habilitados cinco de sus jugadores que vinieron para reforzar al equipo. ¿De quién es la culpa? ¿Quién debió interceder? ¿Acaso Talleres es el único club que no sabía que había un tiempo límite para pedir los pases internacionales? ¿No tiene el Federal “A” dos representantes en el Comité Ejecutivo y uno de ellos no es Rodrigo Escribano, vicepresidente Albiazul? ¿Cómo es que Oscar Mirkin, el otro representante del Federal en el Comité, lo sabía?

A menos que Escribano no haya estado en la reunión del Comité Ejecutivo de AFA la tarde-noche que se informó de la fecha límite, no se entiende.

Y tampoco a quienes preguntan y se preguntan si puede haber una excepción. A ver, FIFA denegó en su momento el pase de Juan Riquelme a Brasil y el regreso de Ignacio Piatti a San Lorenzo para jugar el Mundial de Clubes.

Lo que es más sorpresivo es que ningún administrativo ni dirigente salió a referirse del tema. Sólo un escueto entrecomillado de, supuestamente, alguien del club: sobre que Talleres tendría todo en regla y que sólo resta un punto burocrático. Si es así, deberían salir a explicar -no tanto a la prensa- sino al hincha la verdad. Porque hoy lo carcome la incertidumbre.

Y bien dicen desde el Consejo Federal que a nadie puede tomar de sorpresa esta situación, porque de hecho hay clubes que en tiempo y forma inscribieron y recibieron los pases internacionales.

Está bueno que Fassi venga con ideas nuevas, que superprofesionalice el club, que coquetee con Nike, que Talleres sea la envidia de Boca y River, que lleve periodistas a México y les enseñe cómo se construye un club humilde en uno poderoso. Pero que a este tema lo haya pasado por alto justo a él, como si fuera una nimiedad, no se explica.