Tras su alejamiento de Sportivo, mostró su felicidad por su arribo a Talleres como nuevo refuerzo. “Trataré de dar lo máximo”, dijo.

Fue un día intenso. De esos que marcan un antes y un después. La bisagra del comienzo de lo que se presume como una “nueva era”, definitivamente.

Talleres dio su tercer paso: el comienzo de la pretemporada. Andrés Fassi arrancó con la confirmación de Frank Kudelka como DT, días atrás siguieron con la lista de los primeros refuerzos de la temporada y ayer, el inicio de las actividades del plantel junto al flamante cuerpo técnico.

No fue un hecho menor que sobresaliera una de las caras nuevas: Juan Pablo Francia.

El talentoso volante es el “imán” del momento en barrio Jardín, tanto en los hinchas como en los medios. Después de tantas veces que se habló de su probable llegada a la T, ayer fue el día de la realidad. Mientras, en San Francisco, aún está “calentita” su partida, con cruces con la dirigencia verde.

Y Francia fue muy gráfico: “Me cerraron una puerta y me abrieron un portón”. Describe el momento en el que se encuentra el jugador, después de su alejamiento de Sportivo Belgrano y la expectativa con la que llega al Matador.

Pausado, tranquilo y predispuesto a hablar de lo que sea, Francia esperó en el mediodía caluroso en la Boutique cada una de las requisitorias. Y se prendió en todas las preguntas, cara a cara.

En diálogo con Día a Día, el volante se mostró confiado, con ganas e ilusionado en esta nueva etapa en su carrera deportiva, de cara a una temporada “caliente”, sin margen de error y con la convicción del ascenso a la B Nacional 2016.

“Me gusta y creo que la decisión sabía que algunos la podían tomar bien y otra mal. La gente opina sin saber como fue todo. Por ahí me hacen cargo de que me fui del club y fue al revés, el club me despidió a mí. Obviamente que siempre estaba la posibilidad de venir a Talleres y no se daba por las comodidades que yo tenía en el club, después por un tema interno que hubo facilitó el arreglo en Talleres. Es un desafío muy importante para mí y para mi familia”, comentó el 10 y dio un claro panorama de qué siente en torno a la partida de la Verde y la llegada al Albiazul.

–El hincha de Talleres siente que le trajeron a un jugador que juega como se espera de un 10...
–Me alegra mucho que confíen. Obviamente que yo les digo que voy a dar lo máximo y trataré de poner a Talleres en el lugar que realmente se merece.

–Con tu frase de que te cerraron una puerta, evidenciás ciertas heridas con la gente de Sportivo.
–Heridas no sé. Me voy triste porque no es como a uno le hubiera gustado irse. Prefería de otra manera y no como sucedió. Y cuando a uno lo obligan, pasan estas cosas. Yo duermo totalmente tranquilo porque sé que siempre di el máximo cada vez que me puse la camiseta de Sportivo Belgrano, logré cosas importantes y, como siempre, les deseo lo mejor.

–¿Por qué se instaló desde el club la idea de que eras una persona conflictiva?
–Creo que lo que viene pasando en este tiempo es simplemente porque me usan de escudo para tratar de tapar los problemas de ellos. Era un poquito el que tapaba sus problemas. Uno, cansado de todas esas cosas, tuvo que tomar decisiones y la que tomé es la que ellos querían que era que me fuera del club.

–¿Y hasta ahora cómo se veía Talleres desde la vereda de enfrente?
–Uno lo conoce a Talleres. Siempre lo seguí. Creo que uno defiende los colores que le tocan defender a full. Y vamos a defender los de Talleres.

–¿Y tomaste conciencia de que, de ahora en más, podés quedar en la historia del club?
–Uno, cuando pasa por un club lo que menos que quiere es pasar inadvertido, pero hay que enfocarse en ascender este año. Soñar hay para soñar mucho y uno siempre es un soñador.