Hasta las elecciones. Los inversionistas Ernesto Salum y Hugo Bertinetti decidieron no hacer declaraciones previas al 16 de noviembre sobre sus diferencias con la alianza Fassi-Escribano.

La presentación anteayer en el escenario político albiazul de la lista “Talleres vuelve”, producto del acuerdo entre las nóminas de Andrés Fassi y Rodrigo Escribano, fue sin dudas el acontecimiento más importante de las últimas horas en Talleres, tras el anuncio del juez Saúl Silvestre del inminente levantamiento de la quiebra del club y el llamado a elecciones para el próximo 16 de noviembre.

Pero en la oficialización de la lista que llevará a Fassi como presidente y a Escribano como vicepresidente, la ausencia de los inversionistas Hugo Bertinetti y Ernesto Salum, los rostros más importantes del Fondo de Inversión junto a Alberto Escalante, no pasó inadvertida y abrió margen para conjeturar que algo se quebró en el órgano que coadministra el club hasta las elecciones.

Las versiones sobre una ruptura interna, como consecuencia de la diferencias de criterios entre los candidatos y los dos inversores, estuvieron a la orden del día y fue necesario consultarlos para confirmar si tal ruptura existía.

Bertinetti, en charla informal con se excusó de referirse públicamente a la cuestión, y la misma actitud adoptó Salum. Y, según expresaron, no lo harán hasta que lleguen las elecciones, como una contribución para no obstaculizar el proceso de normalización del club. Pero las diferencias existen, uno y otro decidieron retirase de la lista oficialista “Todo por Talleres” y tampoco se sumarán la nómina de la alianza.

No obstante, Bertinetti dejó una frase que es toda una pintura de la situación y que sí autorizó a publicar. “Con Rodrigo tenemos disensos en esta cuestión, pero disentir no está mal. Hemos decidido apartarnos, pero no vamos a decir nada que pueda ser utilizado con fines políticos. Hay que esperar los acontecimientos. Lo más importante ahora es Talleres, levantar la quiebra del club, que haya elecciones y no estas cuestiones”, comentó.

Según pudo averiguar este medio, Fassi se reunió ayer, tras la presentación de su lista el sábado, con Bertinetti y Salum. En el encuentro quedaron plasmados los disensos, pero las diferencias no llevarán a que las relaciones se rompan. Fassi rescata el rol determinante que tuvieron ambos dirigentes para sacar a Talleres de la quiebra y lograr la normalización del club, pero también sabe que serán celosos custodios de las decisiones que tome, si accede a la conducción de la “T”.

Lo que enturbió el panorama fueron declaraciones de Fassi antes de que comenzara a gestarse el acuerdo, que llevaron a Salum a declarar que el vicepresidente del Pachuca “se fue de boca” contra Aldo Roggio, Bertinetti y él. Y también algunas gestiones de Escribano ante Fassi de las que el Fondo no estaba enterado o se enteró tarde. No obstante, Bertinetti y Salum admiten que Escribano realizó las gestiones con la autorización del Fondo. Lo que le cuestionarían es que habría avanzado sobre temas que no estaban en conocimiento del resto de los inversionistas.

El turno de las comisiones. Una buena parte de la jornada de ayer Fassi la dedicó a charlar con unos 60 o 70 allegados jóvenes, que integrarán las distintas subcomisiones del club si la lista “Talleres vuelve” es elegida por los socios, en la compulsa de noviembre frente a “Talleres es de su gente”, la nómina que impulsa a Gustavo Lawson como presidente. Además, hoy se terminarían de definir los 25 puestos restantes de la lista de la alianza.