Aplaudido. El Gaby recuperó la banca de la gente con su fútbol. Será clave en el anhelo de Talleres de ascender.

Todavía dura la bronca en el hincha de Talleres, mientras el Mario Kempes se desnuda de tanta gente a pesar de que sea lunes a la noche. Y, sobre el césped, sigue Gabriel Carabajal. Responde dos, tres, cuatro preguntas más ante las cámaras de TV, todavía agitado porque acaba de terminar el 2-2 ante Tiro Federal.

Y, recién después, sale trotando despacito hacia el túnel. Ya no quedan jugadores en la cancha y, entonces, el fanático de la T decide premiar a Carabajal con un aplauso de esos que se dan sólo a los buenos jugadores.

El Gaby responde con un saludo cortito, casi avergonzado, porque no pudo lograrse el triunfo que tanto necesitaba el equipo de barrio Jardín.

Pero, claro, el volante por derecha que usó la 8, fue (y viene siendo) el faro por donde circula el poco fútbol que genera el equipo de Coleoni. El mensaje es claro: si se ilumina Carabajal se ilumina la T.

“Creí que nunca iba a decir esto: pero gracias a Dios que lo tenemos a Carabajal”, diría un pibito fanático de la T que bajaba los escalones del Kempes lentamente.Y en ese mensaje se resume un poco el sentimiento general: Carabajal, un jugador “resistido” hasta hace poco, se ha vuelto a ganar el respeto de la gente. Y simplemente por su fútbol. Lo más importante.

“Da bronca el resultado, pero tenemos que mantener la calma. Uno quiere estar y ayudar al equipo en este momento. En tres días tuve siete u ocho inyecciones para jugar, estaba con una fatiga en el isquio, a punto de lesionarme. Pero quería estar sí o sí. Ahora tenemos una semana larga para recuperarnos y tratar de estar bien para el próximo miércoles”, expresó el 8 ante Día a Día.

¿Hay una madurez en Carabajal? ¿Encontró ese equilibrio que tanto le pedían desde la tribuna?

Ante Tiro, Gabriel cumplió su partido 90 en el club, con 11 goles y 19 asistencias. Interesantes números para un volante. Pero siempre se le pide más a Gaby. Y Carabajal lo sabe.

“Los que conocemos este club y lo que representa sabemos que hay que mantener la calma. Todavía nada está dicho. Por ahí se sintió un poco la presión por el hecho de que podíamos llegar a la punta. Estábamos acelerados. Y encima siempre nos convierten en los primeros minutos... Hay que estar tranquilos y seguir trabajando para que no nos suceda lo mismo de ahora en adelante”, agregó el futbolista de 22 años, oriundo de Lozada, en el interior de Córdoba.

“No hay que entrar en la desesperación. Tenemos que tener claro que todavía dependemos de nosotros mismos”, reafirmaría Carabajal, el jugador que le entrega a Talleres una cuota de fútbol en un Torneo Federal A donde los que saben con la pelota escasean. Su madurez será fundamental para lograr el objetivo.