El plantel de la "T" debió soportar la rotura de dos colectivos en su traslado hacia Mar del Plata. Casi 24 horas para arribar a la "Feliz".

"Tuvimos algunos inconvenientes con el colectivo. Debimos soportar una demora de dos horas con respecto a la hora que debíamos llegar", contó este miércoles Mauricio Escrivá, uno de los médicos del plantel de Talleres.

Es que el viaje hacia Mar del Plata no fue uno más. La "T" arribó a la "Feliz" cerca de las 10 de la mañana, casi 20 horas después de haber partido desde Córdoba (había salido en la siesta del martes).

¿Qué pasó? Que el plantel debió soportar la rotura de los dos ómnibus que trasladaba al plantel, lo que complicó el arribo a la ciudad donde enfrentará a Alvarado el jueves.

Travesía. Luego de partir de Córdoba a las 13.30, sufrieron el desperfecto en cercanías San Pedro, en Buenos Aires. Ya era de noche y los jugadores y el cuerpo técnico estuvieron dos horas en la ruta. Finalmente, llegó un nuevo colectivo... pero de un piso (viajaban en uno de dos).

En el medio, antes de seguir viaje, pararon en Rojas para cenar. Pero llegaron tarde y el restaurante estaba cerrado. Al final, convencieron a los encargados de que les prepararan unas pizzas y unos sandwiches.

Talleres siguió el viaje hasta... Retiro. Es que el transporte los podía llevar hasta la ciudad de Buenos Aires, donde debieron hacer el trasbordobo para Mar del Plata.

Pero la mala suerte siguió. Cuando pasaron el pasaje en Chascomús, otra vez, otro colectivo se rompió. Cuatro horas más esperando un nuevo transporte.

"En el viaje, coordinamos la hora del descanso posterior. Tratamos de mejorar la recuperación de ellos", aclaró Escrivá sobre cómo se trabajó para ganar el tiempo perdido, explicó en el programa "Sin Códigos" de Radio Impacto.

Luego del arribo, los jugadores se instalaron en el hotel de concentración y por la tarde se entrenaron, con ejercicios regenerativos para poner a punto al equipo.